El Gobierno quiere mantener el superávit fiscal a toda costa pero la deuda billonaria con la generadora de energía eléctrica, CAMMESA, le significa un gran inconveniente. Por eso, el ministro de Economía Luis Caputo planea pagar parte de lo adeudado con un bono a cobrar en 2038. 

Este miércoles, el Ejecutivo oficializó su estrategia a través de la Resolución 58/24, publicada en el Boletín Oficial, donde la Secretaría de Energía estableció un "régimen de pagos excepcional, transitorio y único" para las deudas del Mercado Eléctrico Mayorista (MEM) acumuladas entre diciembre de 2023 y febrero de 2024, "con ello preservar el abastecimiento del servicio público de electricidad, ante el déficit de los recursos disponibles en el Fondo de Estabilización del MEM y la emergencia declarada por el decreto 55/2023 y 70/23″.

De acuerdo al plan del Gobierno, las deudas de diciembre y enero serán canceladas con un bono AE38 emitido por el Ministerio de Economía. En tanto, las deudas de febrero se pagarán “con los fondos disponibles en las cuentas bancarias habilitadas en la compañía, a efectos de las cobranzas y con aquellos disponibles por las transferencias realizadas por el Estado Nacional al Fondo Unificado con destino al Fondo de Estabilización”.

La deuda del Tesoro con la Compañía Administradora del Mercado Mayorista Eléctrico (CAMMESA) asciende a los $1,06 billones de pesos, poco más de US$ 1.050 millones.

Mientras tanto, en el Palacio de Hacienda dicen que la deuda es mucho menor, de aproximadamente un tercio de ese total. Es que el plan de Caputo, en la práctica implica que las compañías que avalen as condiciones de pago deberían aceptar una quita de subsidios que, cuando se incluyen conceptos adicionales arroja un recorte de más de la mitad del monto en discusión. 

Por lo pronto, el Gobierno le dio 5 días a CAMMESA para que elabore un informe de la deuda contraída para empezar a activar los pagos.

Si bien todavía no existe una respuesta oficial por parte de la empresa generadora, ya comenzaron a circular versiones de un “rechazo profundo” a la propuesta del Gobierno.