La Legislatura porteña podría dejar de funcionar como la escribanía de Horacio Rodríguez Larreta. Al menos esa es la advertencia concreta que lanzaron un grupo de seis legisladores del Pro que responden a las líneas internas de Patricia Bullrich y Cristian Ritondo, quienes protagonizaron una foto conjunta este miércoles en una de las terrazas del edificio de Perú y Avenida de Mayo para confirmar que de ahora en más tomarán sus propias decisiones, de manera independiente a lo que se decida en Parque Patricios, la sede del Ejecutivo de la Ciudad.

El grupo lo encabeza el histórico colaborador bullrichista Juan Pablo Arenaza, y lo completan Marilú Gónzález, Daniel Del Sol, Carolina Estebarena, Mercedes de las Casas y Paola Michelotto. Los seis armaron una suerte de grupo apartado de la conducción larretista del bloque de Vamos Juntos y amenazan concretamente con dejar al Jefe de Gobierno sin la mayoría automática (la mitad más uno) con que se acostumbró a manejar la legislatura, e incluso con trabar cualquier iniciativa que provenga del sector mayoritario, incluido el presupuesto.

La movida se inscribe en la disputa interna que atraviesa al Pro tanto a nivel nacional como en la Provincia de Buenos Aires, y funciona como un contraataque: mientras este lunes tanto Diego Santilli como Diego Valenzuela reclutaron jugadores de Ritondo en un encuentro de su “escuela de gobierno” y el propio Larreta acumula jugadores y dirigentes en todo el país gracias a la caja y la visibilidad que le otorga el Ejecutivo porteño, la idea del sector es trabarle a cambio el pago chico.

Bullrich y Ritondo contraatacan en la Legislatura porteña

“La campaña se está dando de manera injusta, inequitativa. El pelado tiene una caja infinita de recursos y no para de ejercer cargos para todo el mundo. En ese marco entendemos que nosotros también tenemos nuestras herramientas políticas y las ponemos a jugar”, explicaban desde la sede de la Legislatura a Diagonales sobre la movida.

La foto de los seis legisladores se publicó casi en simultáneo a la del asado que compartieron Bullrich y Ritondo con el diputado nacional Alejandro Finocchiaro como anfitrión, que también se interpretó como una unión de fuerzas contra Larreta, que por ahora, dicen “cree que puede bajar a todo el mundo de sus aspiraciones ofreciéndoles un carguito”, con cierta prepotencia política.

El larretismo hizo llamados frenéticos luego del encuentro, pero fueron infructuosos: la posición de los legisladores porteños funcionará a espejo de lo que suceda a nivel nacional, y también provincial, con el resto de las candidaturas del Pro. La pelea entre Larreta y Bullrich, por un lado, y de Santilli con Ritondo (y ahora también con Joaquín De La Torre, entronado por Patricia), por otro, no da síntomas de querer aflojar.

“Larreta cree que puede bajarla así nomás a Patricia. La subestima”, relató la fuente que, además, graficó como un “quilombo” por venir la interna que afrontará el Pro para definir candidatos incluso antes de las PASO de Juntos como espacio, aún a la espera de la definición que tomarán las distintas tendencias de la UCR y de la decisión final que pueda tomar Mauricio Macri, el gran elector interno.

“Es un llamado de atención. Guarda que acá se te va a armar quilombo, nosotros tenes estas herramientas, que te pueden hacer daño. Es una forma de contrarrestar un caudal ilimitado de recursos”, dijeron.