Elzstain y otro remate que va directo a la caja chica de Larreta
Pocas horas después que el dueño de IRSA anunciara la creación de un fondo de inversión en pesos, el Jefe de Gobierno le entregó en bandeja uno de los edificios públicos más cotizados de Buenos Aires, en pesos y al tipo de cambio oficial
En pesos y al tipo de cambio oficial, por la mitad del valor de mercado y a través de un remate online organizado por el Banco Ciudad lo más parecido a una pantomima: así se hizo el Grupo IRSA, la empresa Real State más grande de la región y dueña de casi todos los shoppings del país, con uno de los inmuebles más cotizados en territorio porteño. El negocio, redondo por donde se lo mire, fue servido en bandeja por Horacio Rodríguez Larreta a Eduardo Elzstain el viernes pasado, pocos horas después de que el magnate argentino-israelí anunciara la creación de un fondo de inversión, Toronto Trust Argentina 2021, su nueva apuesta fuerte en el mercado financiero.
Si faltaba algún indicio del vínculo cada vez más estrecho entre ambos, el remate del edificio de 8500 metros cuadrados situado en Beruti y Coronel Díaz, justo enfrente del Alto Palermo (propiedad de IRSA), en la mitad de su valor de mercado (20 millones 100 mil dólares a pagar en pesos al tipo de cambio oficial) terminó por confirmar todos los rumores de la conformación de una sociedad económico-política que se frota las manos con miras a 2023.
No por nada Elsztain lanzó el jueves pasado su Toronto Trust con una fuerte impronta financiera y una apuesta, dijo, a la revalorización del peso “en el próximo ciclo”. Le faltó decir “ciclo político”, nada más.
Las sospechas de que el magnate financia directamente al referente más importante de la oposición no son nuevas: sus vínculos con el Pro se remontan a la época en que Mauricio Macri intentaba saltar de la jefatura de gobierno porteña a la presidencia. A cambio de unos pocos dólares, el ex presidente le vendió en 2009 el famoso Edificio Del Plata, uno de los más jugosos del microcentro de Buenos Aires, para que IRSA levantara allí su sede capitalina del Banco Hipotecario. El círculo se completó el año pasado, cuando Larreta le otorgó los permisos necesarios para modificar la estructura del edificio.
Elsztain festejó en diciembre pasado cuando la Legislatura porteña le aprobó también la rezonificación del terreno de 70 hectáreas en la zona sur de la costanera, conocido como la ex Ciudad Deportiva de Boca. IRSA podrá ahora levantar allí su viejo sueño rebautizado “Costa Urbana”, una suerte de barrio privado con vista privilegiada al Río de la Plata a cambio de una buena millonada para las arcas del Ejecutivo porteño. La oposición, del Frente de Todos, denunció en su momento que el magnate y otros desarrolladores inmobiliarios “compra permisos de obra y leyes a medida”.
“Cada vez que hay una crisis, nosotros salimos hacia adelante, comprando y comprando”, reconoció Elsztain su filosofía empresaria en un reportaje publicado en plena pandemia en el Financial Times. “En 2001 compramos los shoppings de Rosario, en 2009 compramos el Edificio del Plata”, dijo. En 2021 consiguió el negocio de su country, por el que esperó 20 años.
Por eso ahora no tendrá problemas en esperar 30 meses -con posibilidad de extensión de varios meses más- hasta hacerse con la posesión del edificio de Palermo. Allí funciona la sede de la Comuna 14 y varias oficinas de los tribunales civiles. Larreta había planificado levantar allí una suerte de “Ciudad Judicial” porteña, pero los billetes frescos de Elzstain pudieron más. El Jefe de Gobierno se garantiza así tener en comodato ese edificio hasta el fin de su mandato y dejarle el problema de mudar una sede comunal y tribunales civiles a quien sea su sucesor a partir de 2023.
Pero el escándalo no termina ahí. Gracias al DNU de 2020 con el que Larreta declaró la emergencia económica por Covid -y que se niega a derogar pese a que sí enterró la palabra “protocolo” en las escuelas, como si la pandemia hubiera terminado- todos los fondos aportados por IRSA irán a parar a su caja chica.
La empresa, por su parte, obtuvo el beneficio de pagar en pesos al dólar oficial, por la mitad del valor de mercado final. Un negocio redondo, a dos bandas. Larreta se asegura así fondos frescos para su campaña en medio de la disputa por recursos con la Rosada, que ya tiene varios capítulos. Lo que se dice una banca financiera de peso.
