La esperanza que el peronismo había logrado auto infligise en la previa de la elección porteña se desvaneció rápido en las horas de la tarde del domingo electoral. Con más del 90% de las mesas escrutadas, el resultado fue bien distinto del que la dirigencia del PJ esperaba como una palanca no sólo mirando hacia 2027, sino también para incidir en la discusión nacional que atraviesa el el peronismo.

Leandro Santoro, cabeza de la lista Esa Ahora Buenos Aires, cosechó un 27,46% de los votos y perdió por unos dos puntos y medio con Manuel Adorni. No sólo eso, sino que quedó lejos de su propio registro de dos años atrás. Si bien la del 2023 fue una elección ejecutiva, siempre más convocantes que las legislativas, el entonces candidato a jefe de gobierno obtuvo 32% de los sufragios, unos cinco puntos más que esta tarde. 

El desinfle del peronismo en la CABA es peor incluso si se mide contra la elección del 2019. En ese turno electoral, Matías Lammens alcanzó el 35% en la primera vuelta. Otro número que quedó lejos de lo cosechado este domingo fue el 42% cosechado por Sergio Massa en el balotaje contra Milei hace dos años.

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Lo que más debería preocupar al peronismo, sin embargo, es la comparación directa con las últimas elecciones legislativas. En el 2021, el propio Santoro alcanzó los 25 puntos en un contexto muy desfavorable para el peronismo: aún pesaba la pandemia y la foto de Olivos marcó esa ida a las urnas con un fuerte rechazo al entonces gobierno del Frente de Todos. De ese piso, que podría considerarse muy bajo, Santoro apenas sumó dos puntos porcentuales en un contexto en que las opciones de derecha dirimían su propia interna en las urnas y el peronismo tenía la oportunidad de constituirse en una alternativa real de poder. Finalmente, otra vez quedó muy lejos de esa imagen.

“Los resultados son inapelables. Se ha cerrado un ciclo, el ciclo del abandono”, expresó Santoro en un breve mensaje tras conocerse los resultados, y fue más allá al agregar que “el PRO como proyecto político dejó de representar a la mayoría de los porteños”. El intento de remarcar la decadencia del partido de Macri, sin embargo, no alcanza a esconder el hecho de que el objetivo de ganarle al Gobierno nacional en las urnas terminó en un fuerte fracaso.

Santoro expresó “nos tocó enfrentar a dos gobiernos, en un contexto donde parece que vale cualquier cosa, si es así no cuenten con nosotros”. Puede decirse que en ese enfrentamiento el peronismo le ganó por primera vez con contundencia al PRO, sacándole alrededor de 12 puntos a Lospennato, e incluso unos cuatro puntos a lo que hubieran sumado la candidata de los Macri y los 8 puntos de Larreta. Pero es análisis, condescendiente con el resultado del peronismo, sólo expresa la dificultad de plantarle una alternativa a real adversario: La Libertad Avanza.

El candidato de Es Ahora Buenos Aires festejó, sin embargo, el haberse constituido en la “primer minoría en la Legislatura, ganando dos bancas nuevas y 6 comunas”. Efectivamente, de confirmarse los resultados que arrojaba el escrutinio con más del 90% de las mesas escrutadas, el bloque del peronismo retendría las 8 bancas que ganó en 2021 y sumaría dos más. Por otro lado, el voto del sur de la CABA volvió a favorecer al armado peronista, a la par que el norte de la Capital sigue siendo territorio inexpugnable para esa fuerza. 

“Si la crueldad se puso de moda, que nos cuenten con nosotros”, lanzó al cierre de su mensaje Santoro, y concluyó: “Entendemos la importancia del resultado de la urnas pero también sostendremos los principios de una búsqueda de una sociedad más justa e igualitaria que van a orientar nuestra práctica en los próximos años”.

Lo concreto es que si el objetivo de esta noche para el peronismo era plantarse como alternativa potente al Gobierno nacional, la imagen es más la de una reafirmación de la flaqueza de una propuesta que no consigue romper un techo, independientemente de cuánto se fragmente la derecha y cuánto ajuste el gobierno de turno a la sociedad. Por otro lado, la estrategia de pintar al peronismo de verde y darle un carácter de amplitud alejado de la dureza del núcleo del kirchnerismo, tampoco alcanzó para sumarle caudal electoral y político a la propuesta.

Los resultados de este domingo marcan que el Gobierno nacional cuenta con un apoyo electoral que le permite sostenerse y seguir avanzando sobre las ruinas del sistema político al que quebró en 2023. En las elecciones porteñas el peronismo se jugó una apuesta política. Su planteo fue “ponerle un límite” al Gobierno. El resultado de las urnas mostró todo lo contrario.