Matías Lammens será el candidato a jefe de Gobierno por el Frente de Todos porteño y Mariano Recalde encabezará la lista de senadores. Lo improbable, si se permitiera el juego de palabras, sólo tarda un poco más: hasta hace una semana, desde el entorno más cercano al dirigente azulgrana machacaban que resistían a la “kirchnerización” de la tira nacional y se manifestaban contra la posibilidad de que el titular del bloque de Unidad Ciudadana en la Legislatura encabezara la pelea por la senaduría.

Una fuente con asiento en Perú 160 refirió, incluso, que Lammens le había puesto a Recalde “bolilla negra” ante el otrora jerarca del PJ y actual presidente del Consejo de la Magistratura de la Ciudad, Juan Manuel Olmos. El ex gestor de Aerolíneas Argentinas, por aquellos días, lo negaba y aventuraba que tenía el visto bueno de quien competía contra él por quedarse con la representación del espacio como aspirante al máximo sillón del Ejecutivo local. “Si soy candidato o no, lo voy a decidir yo”, decía a los suyos aunque sus voceros soltaban que el dirigente de La Cámpora estaría “donde Alberto (Fernández) y Cristina (Kirchner) definan”.

Tras la confirmación de la candidatura de Sergio Massa como puntal de la nómina de diputados nacionales por la Provincia de Buenos Aires, comenzó a destrabarse la negociación por las postulaciones en la única jurisdicción que el macrismo gobierna hace 12 años. Café y medialunas mediante, el candidato a presidente opositor con mayores chances y Lammens conversaron esta mañana y sellaron el acuerdo, que incluyó la declinación de los deseos de Victoria Donda para ir por el asiento de la conducción institucional del distrito. Tal como informara Diagonales en notas anteriores, al mediodía recobraba vigor el rumor que indicaba que la militante formada en las filas de Libres del Sur podía anotarse entre los casilleros de diputados nacionales.

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Ese corrimiento habilitó el intersticio para que colara el cineasta Fernando “Pino” Solanas al tope de gladiadores que buscarán su banca en la Cámara baja. A punto de vencerse su mandato como senador por el velozmente fenecido Frente Amplio UNEN, el autor de “La hora de los hornos” -entre otros éxitos del documentalismo vernáculo- se garantizaría así la continuidad en la esfera pública dentro del Congreso, a pesar de que dijera a quien se lo preguntara durante los últimos tiempos que lo suyo era “pura vocación por construir una alternativa” al gobierno de Cambiemos.

De esta manera, Solanas iría primero y Donda, segunda. El tercero de los nombres en danza sería el del diputado parlasureño Eduardo Valdez, aunque también pelea por esa posición Itaí Hagman, en tanto que la cuarta candidata podría ser la legisladora kirchnerista Paula Penacca.

Es una incógnita, por el momento, el destino del ex ministro de Trabajo y actual edil, Carlos Tomada. Habiendo pulseado por el rol que ocupará finalmente Recalde, el funcionario récord del gabinete de los gobiernos kirchneristas no aparece en las listas que se dibujan en papel o circulan por WhatsApp entre los  operadores de la oposición.

Cartón lleno con casilleros vacíos

Más allá de las ansiedades y más acá de los galimatías, los tres principales lugares ya tienen su ficha puesta. Aunque técnicamente haya tiempo hasta el próximo 22 de junio y el tablero pueda sufrir modificaciones, el recuadro de la vicejefatura permanece vacante y corre, al cierre de este artículo, con cierta ventaja la diputada Victoria Montenegro, cuya unción en 2017 correspondió al pedido que le hicieran la presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carolotto, y los organismos de derechos humanos a CFK.

Otra de las mujeres que podría alzarse como compañera de fórmula de Lammens sería Gisela Marziotta, periodista de trayectoria en el mainstream con participación en reductos del PJ porteña desde hace al menos dos años. Tributaria de los armados periodísticos y culturales del líder partidario y secretario general del Suterh, Víctor Santa María, su nombre en la fórmula serviría para que los principales actores del acuerdo se sientan representados: el presidente de San Lorenzo sintetizaría a los sectores silvestres y progresistas; Recalde a La Cámpora; Solanas y Donda a la centroizquierda y aledaños; y Marziotta al PJ.

La martingala rimbombante sería que la dama que termine acompañando al outsider más aclamado de la oposición al macrismo sea la ex ministra de Salud bonaerense, Zulma Ortiz. Su renuncia al cargo en el gabinete de María Eugenia Vidal en 2017 conmocionó los cenáculos de intensidad militante pero una cosa es esa disrupción y otra indultarla de su pecado original para defenderla con volantes en las esquinas.

Semejante esquema implicaría que Olmos, quien incluso distanciado ocasionalmente de Santa María talla e incide sobre la hora, incremente el valor de sus acciones para la colocación de candidatos propios en la sección de legisladores porteños. Fue así como logró que la dirigente peronista y, a la sazón, su esposa ingresara al parlamento porteño en 2013 y revalidara en los últimos comicios por cuatro años más.

Sin embargo, ese tramo de la boleta también es pretendido por fuerzas más pequeñas o dirigentes de fuste que promueven a cuadros propios. Tal sería el caso de Claudia Neira, cuyo primer mandato como legisladora contó con la rúbrica del economista Claudio Lozano pero saltó a una suerte de neocamporismo de la mano de Juan Cabandié y terminó como directora por la oposición en el Banco Ciudad. Afiliada al peronismo en la actualidad, se llevaría todos los números para anotarse en la cima del clúster de concejales, seguida muy probablemente por Claudio Ferreño, ex funcionario de Jefatura de Gabinete durante el ejercicio de Alberto Fernández como premier nacional -y, según trascendió, amigo desde la escuela primaria del candidato a presidente-.

El tercer escaño es apetecido por la joven militante feminista Ofelia Fernández, egresada del Colegio Carlos Pellegrini, columnista en Futürock e implacable en las discusiones. A partir del cuarto renglón, la refriega recrudece: compiten por inscribirse en esas líneas el diputado Javier Andrade, que cumpliría su primer mandato en diciembre próximo, el defensor adjunto del Pueblo, Gabriel Fuks, y la auditora de la Ciudad, Cecilia Segura.

Llama la atención de las miradas entrenadas la ausencia de representantes gremiales en los primeros 6 lugares. Comparado con otros cierres, que incluían sindicalistas en los segmentos más rutilantes, esta vez el armado parece encaminarse hacia un costado menos plebeyo. El detalle fue señalado, como no podía ser de otra manera, por hombres provenientes de organizaciones de trabajadores advirtiendo que la pelea que viene tendrá la reforma laboral como eje central de la discusión pública, si Macri resulta reelecto. Y también habrá de discutirse la situación socioeconómica, no sin espinas ni malos tragos, en caso de que gane la dupla de los Fernández.