Cuando por agosto de 2009 se anunció el lanzamiento del Fútbol Para Todos por parte del Gobierno Nacional, previa ruptura del contrato entre la Asociación del Fútbol Argentino (AFA) y Televisión Satelital Codificada (perteneciente al Grupo Clarín y TyC), los dirigentes y los socios de los clubes se sintieron aliviados. De cobrar anualmente 320 millones de pesos se pasaron a percibir 600 millones, y de acuerdo a lo dicho por la ahora ex presidenta, Cristina Fernández de Kirchner, dicha suma se pagaría con aportes privados por publicidad durante las transmisiones. Pero eso no era todo, ya que una vez cubierto el monto antes mencionado, el excedente se dividiría en partes iguales para los clubes de fútbol y para el deporte olímpico. Era la solución a todos los problemas económicos que venían arrastrando los clubes y un aporte importante para los deportistas amateurs.

Nada de ello ocurrió. Llegamos a la temporada 2015-2016 en la que el Estado aportó a la AFA casi 1700 millones de pesos, sin contar los gastos de producción, equipos periodísticos y demás. Los deportistas olímpicos siguieron mendigando becas y aportes privados para participar en distintos eventos. Y los clubes continuaron engrosando sus pasivos en sumas millonarias, sin que nadie interviniese o les llamase, al menos, la atención.

¿Los mismos dirigentes que permitieron que la AFA hoy presente un estado de quiebra total en la que los clubes suman una deuda de más de mil millones de pesos, pueden ser capaces de solucionar ahora el desastre económico de los últimos casi cuarenta años de la casa madre y que ellos mismos permitieron? No hace falta recordar que la mayoría de estos dirigentes que creen ser los salvadores de nuestro fútbol aprobaban todas las decisiones del extinto Julio Grondona sin siquiera discutir o pretender dar una opinión.

La comisión normalizadota la preside Armando Pérez, un empresario exitoso y titular de Belgrano de Córdoba, uno de los pocos clubes que se encuentra al día con la AFA, pero también asesora por la Conmebol el Dr. Alejandro Marón, ex titular de Lanús cuya deuda con la asociación asciende a más de 49 millones de pesos.

Hasta hace poco el presidente era Luis Segura, y su club Argentinos Juniors adeuda 74 millones de pesos. Por su parte el club Quilmes, cuyo vice es Aníbal Fernández, posee una deuda de mas de 70 millones.

Ante esta situación, la pregunta que debemos hacernos es si la solución de nuestro fútbol pasa por el cambio de empresa que maneje los derechos de televisión o por el cambio de la clase dirigencial.