La suspensión del amistoso que este sábado iba a jugar la Selección Argentina en Israel sigue dando que hablar. Tras haber viajado a Barcelona para reunirse cara a cara con Claudio Tapia e intentar que el partido no sea cancelado, la gente de la empresa Comtec, encargada de organizar el encuentro, viajará a la FIFA para pedir que saquen a la Argentina del Mundial por "discriminación religiosa".

Claro está que el cambio de planes complicó cuestiones con sponsors, televisación y hasta a las miles de personas que compraron su entrada, por eso la idea de Comtec es viajar a Zúrich en busca de algo que es totalmente inviable. Lo cierto es que probablemente el amistoso quede pendiente para una fecha FIFA posterior a la gran cita mundialista.

La empresa israelí se mantiene firme en su reclamo y amenaza con llevar a AFA y a Torneos a juicio pero con la cancelación del partido, se ha dañado además la relación entre Israel y Argentina. Los representantes israelíes están muy ofendidos con la postura argentina mientras que para Palestina es un auténtico triunfo.

Por su parte, Ofer Eini, presidente de la Asociación de Fútbol de Israel, afirmó que "en horas presentaremos una queja formal ante la FIFA contra la Asociación de Fútbol palestina. Si la amenaza a jugadores se torna en algo sistemático, la FIFA no podrá quedarse de brazos cruzados", dijo