La Selección Argentina, sigue girando dentro de la  órbita de los cuestionamientos por su decisión de jugar un amistoso ante Israel en Jerusalén, por el proceso de ocupación del que es acusado el estado israelí sobre el Palestino, y esta mañana en la práctica del equipo nacional hubo una nueva manifestación de rechazo hacia esa postura.

Tras un reclamo inicial en la sede de la Asociación de Fútbol Argentino (AFA), que contó con manifestantes de partidos de izquierda, representantes de las Abuelas de Plaza de Mayo y del Comité Argentino de Solidaridad con el Pueblo Palestino, y una protesta posterior en tierras palestinas, esta mañana los reclamos llegaron al entorno de la Selección: con camisetas de Argentina ensangrentadas y otras de Messi en el suelo para ser pisadas, continuaron con las acciones para mostrar el descontento por la decisión de jugar allí. 

La postura de quienes reclaman es clara: que la Selección viaje a jugar en esa ciudad es una forma de normalizar la ocupación de Jerusalén Este, por parte del Estado Israelí.