Ambos tuvieron sus momentos, pero les faltó puntería y terminaron con el marcador en cero sin sacarse ventaja. Gracias a sus arqueros, Independiente y River igualaron en Avellaneda en el encuentro de ida de los cuartos de final de la Copa Libertadores y la  serie quedó abierta.

En el comienzo, pareció que el equipo de Marcelo Gallardo se lo llevaba de arremetida. Martín Campaña tuvo trabajo de entrada con un tiro de Gonzalo Montiel que se desvió por el camino, y enseguida Milton Casco desperdició otra chance en la que definió cerca. Por entonces, a los de Ariel Holan les costaba pasar la mitad de la cancha por la presión de River. Pero, de a poco, fue cambiando la historia.

La primera señal de reacción del local llegó de contraataque y terminó con Maximiliano Meza rompiéndole el palo a Franco Armani con un sablazo desde afuera del área. A partir de entonces, el Rojo supo que podía y empezó a hacer pie para emparejar el trámite.

Antes del final de la primera parte, el Millonario volvió a fabricar otra clara, con Gonzalo Martínez obligando al esfuerzo a Campaña y Exequiel Palacios disparando afuera tras un despeje. Pero la última oportunidad seria del período la tuvo el Rojo, con un cabezazo de Fabricio Bustos que Armani sacó por arriba.

El complemento arrancó a la inversa, el Rojo tomo el control, El ingresado Gastón Silva lo tuvo, pero su tiro dio en el poste. Poco después Armani le tapó una chance clarísima a un Emmanuel Gigliotti que se relamía, y la misma jugada terminó con Bustos rematando alto.

Pero más tarde, las intenciones locales se diluyeron y la intensidad decayó hasta el último tramo. Desde ahí, lo de Gallardo tomaron protagonismo. Otro de los  ingresados, Camilo Mayada, exigió a Campaña, y en el descuento Rafael Santos Borré desperdició una situación clara de cabeza.

Al final, entre las actuaciones de los arqueros y la mala puntería, se cristalizó el cero que deja toda la expectativa puesta en la revancha del 2 de octubre en el Monumental.