Pablo "Bebote" Álvarez declaró de forma testimonial este martes ante el Juez Federal de Quilmes, Luis Armella, durante tres horas. Estas declaraciones se dieron en el marco de la causa donde fueron imputados por lavado de dinero los dirigentes sindicales Hugo y Pablo Moyano, tras los dichos del ex barrabrava del Rojo.

Álvarez aseguró que el sindicalista y su hijo "lavaban dinero" y aportó "más nombres que serán llamados como testigos, nombres de empresas y datos sobre posibles maniobras ilícitas". El ex jefe de la barra brava de Independiente está detenido por asociación ilícita y fue su ampliación de indagatoria en esa causa,  que derivó en la apertura de un nuevo expediente, que puede complicar al líder de Camioneros y a su progenitor.

Sin embargo, ahora con la testimonial de Bebote el expediente en manos del juez Armella, comienza a considerarse independiente de la investigación sobre maniobras en el Club Independiente.

Hace diez días, la fiscal federal de Quilmes, Silvia Cavallo pidió al juez Armella que presente 13 medidas de prueba y también imputó al Secretario General de Independiente Héctor "Yoyo" Maldonado y a los directivos de la firma Aconra SA, "sin perjuicio que con el avance de la investigación recaiga imputación penal en otros directivos y/o personas".

Lo que dio origen a este expediente por maniobras de blanqueo fueron las declaraciones del barrabrava el 15 de diciembre. Álvarez había pedido declarar nuevamente. Buscó acordar con la fiscalía acogerse al programa de imputados protegidos pero no lo logró, porque en la provincia de Buenos Aires tal figura no está contemplada.

Entonces, sólo amplió su declaración indagatoria, en la que apuntó a Hugo y Pablo Moyano como partícipes de maniobras de lavado. Esas acusaciones fueron extraídas para ser investigadas en otra causa, que es la que recayó en el juzgado de Armella.

Álvarez llegó poco antes de las 10 de la mañana de este martes al juzgado federal de Quilmes y habló durante tres horas ante el juez Armella. Respondió una gran cantidad de preguntas y no dudó al ratificar sus dichos: Hugo y Pablo Moyano "lavaban dinero a través del Club Independiente", señaló.

Se mostró tranquilo cuando inició su declaración testimonial, habló de corrido durante un gran tramo de la misma y tuvo respuestas para la mayoría de las preguntas formuladas. El único momento de tensión, fue cuando ingresó a presenciar la testimonial el abogado de Hugo Moyano, Daniel Llermanos.

En su extensa declaración amplió las acusaciones contra el presidente de la institución, señaló "aportando más pruebas, nombres de personas y empresas", según indicaron fuentes de la causa, cómo extorsionaban a diferentes firmas para ceder productos a favor de la institución deportiva.

El juez Armella citará en breve a otros testigos a declarar, como resultado de la testimonial del ex barra brava. Por otro lado, el juez confirmo que dichos de Álvarez "son factibles, probables y comprobables.

Bebote Álvarez denunció que el dinero producido por todas las ventas de futbolistas efectuadas por Independiente era depositado en una cuenta de un banco radicado en una guarida fiscal. Y desde allí era derivado a una mesa de dinero en Argentina, manejada supuestamente por Pablo Moyano, actual vicepresidente primero del club de Avellaneda. 

Dentro de la adquisición de futbolistas, afirmó que se traían  lesionados con el fin de sobrefacturar los pases y entregó una lista de apellidos en la cual figuran: Claudio Riaño, Germán Montoya, Grabiel Graciani, Cebolla Rodríguez, Emiliano Papa, Mauricio Victorino y Walter Erviti, que fueron "comprados con lesiones y facturados como sanos". A su vez, agregó que el defensor Víctor Cuesta fue comprado por 2.500.000 pesos y que en la contabilidad del club figuraba 800.000 dólares.

El circuito de esa plata, que según las acusaciones del barra se encuentra vinculada a un vicepresidente del club (uno de los anteriores, Noray Nakis, está detenido) y a Pablo Moyano, por entonces vocal de la Comisión Directiva.

Consta en el expediente que dichas sumas de dinero eran puestas a trabajar en el “circuito financiero y generaba ganancias que no eran declaradas en los balances del club”: allí sólo se consignaba el “monto original surgido de la venta de los futbolistas”.

En esta causa, la fiscal Cavallo imputó a la familia Moyano, por "haber montado una estructura" dentro del club "destinada a cometer delitos y lavado dinero de las formas más variadas, entre las que se destacan la contratación de los servicios de la empresa de turismo Martin Tur, sobrefacturando los viajes del equipo al interior y exterior".

Además la familia Moyano está acusada de "extorsionar a varias empresas de distintos rubros para beneficios personales", utilizando a Independiente para “lavar y blanquear dinero” (sic) con la empresa “Conran” (se trataría de “Aconra SA”) de la cónyuge de Moyano".