Boca terminó la estadía en San Juan con una sonrisa, se impuso por 3-1 a Paranaense, en el último amistoso que afrontó el equipo conducido por Miguel Angel Russo antes de la vuelta de la Superliga. Guillermo Pol Fernández, por el momento la única cara nueva del plantel, fui titular.

En un primer tiempo en el que a Boca le costó encontrar sociedades y llegar con peligro hasta el arco del conjunto brasileño, la diferencia en el resultado fue Mauro Zárate.

El delantero, quien jugó como nueve, abrió el marcador a los 18 minutos con un remate que se metió por debajo del cuerpo del arquero Santos y en una jugada en la que los brasileños pidieron falta de Emanuel Reynoso en el arranque.

Paranaense logró reaccionar después del gol en contra y lo empató a los 28 con una linda definición de Nikao ante la salida de Marcos Díaz.

Boca continuaba sin encontrar una buena versión, pero otra vez sus individualidades marcaron la diferencia y otra vez apareció Zárate, ahora para capitalizar un buen desborde de Agustín Obando: derechazo arriba y el Xeneize otra vez arriba.

El encuentro se terminaba y parecía que con el 2-1, pero le quedaba una emoción y fue una perla de Bebelo Reynoso, quien estuvo cerca de salir (no tenía más variantes Boca para hacer) por una molestia que no le impidió convertir el tercero.

Ahora, el conjunto Xeneize que marcha segundo en la Superliga, un punto por detrás de River y Argentinos, volverá a jugar de manera oficial ante Independiente el próximo domingo.