Los operativos policiales en los espectáculos deportivos constituyen una problemática financiera para los clubes que abonan cada partido. Los efectivos afectados a los encuentros de fútbol cobran aproximadamente cuatro horas y por cada una de ellas, desde el 1° de abril, las instituciones erogarán 183 pesos, más del doble de lo que venían pagando, ya que abonaban 88 pesos.

El gasto repercute y el malestar en los clubes es notorio: algunos directivos plantearán en la próxima reunión de las categorías de Ascenso y Ligas del Interior la postura de jugar a puertas cerradas.

La resolución del Ministerio de Seguridad de la provincia de Buenos Aires de incrementar el costo por los servicios en la categoría 5 -la que aplica a los adicionales que hace la policía en las canchas- tendrá una respuesta radical de parte de los clubes, que venían reclamando arbitrariedades a la hora de calificar partidos de alto riesgo y en algunos casos denunciaron menor cantidad de efectivos que la declarada en las canchas.

Los operativos, además, están pensados para partidos con un único público; este año habrá pruebas para que regresen los visitantes posterior al Mundial, lo que daría un aumento mayor para las instituciones ya que se necesitan más efectivos.

"No podemos poner plata para jugar. Perdemos dinero ahora, con este incremento nos resulta imposible: Vamos a plantear jugar a puertas cerradas", indicó el dirigente de un club del Conurbano que tiene representación en el comité ejecutivo de la Asociación del Fútbol Argentino.

En el interior, también pusieron el grito en cielo por la nueva decisión; el pasado sábado en Tandil se realizó una reunión en la Unión de Ligas del Centro y del Oeste de Buenos Aires en la ciudad de Tandil, donde unificaron criterios para solicitar que esto se cambie.

Vale destacar, que varias Ligas de la región que ya iniciaron sus campeonatos decidieron parar el fútbol, entre ellas figuran las competencias de San Antonio de Areco, San Nicolás, Mercedes, Chacabuco, San Pedro, Baradero, Arrecifes, Zárate, Campana, Chivilcoy, Colón y Rojas.

Sin dudas, este es un nuevo paso que da la Casa Madre del Fútbol Argentino y el Gobierno con la intensión de desprestigiar y opacar el deporte en el interior.