Con la llegada de Pedro Troglio y sus ideales de mantener el plantel para afianzar lo que dejo el Indio Ortíz, los dirigentes de Gimnasia comenzaron a moverse para armar el núcleo de jugadores para la temporada 2018-19, en la cual el Lobo debe sumar puntos.

Ya con Oreja y Licht hablados para que continúen en el club, en la jornada de ayer la Comisión directiva inició el camino para renovar el contrato de Nicolás Colazo, quien pertenece a Boca y empezaron a entablar diálogo con sus pares del equipo de La Boca. Aunque todavía no se tuvieron respuestas afirmativas desde el club, todo indica que seguirá jugando en la institución Mens Sana.

El futbolista, que llegó el año pasado al Lobo disputó 25 de los 27 partidos en la Superliga y fue el goleador del equipo con 6 tantos. El volante marcó ante Huracán, Vélez, Patronato, River, Rosario Central y Boca.

La buena relación entre el presidente de Gimnasia, Gabriel Pellegrino, y el presidente de Boca, Daniel Angelicci, fue una de las claves para facilitar la negociación.

Por esta razón y por la posible intervención en Gimnasia del empresario que maneja jugadores, Christián Bragarnik, los dirigentes preguntarán por el delantero Marcelo Torres, quien viene de jugar en Talleres de Córdoba, pero su pase pertenece a Boca (debe volver al club Xeneize) y Gonzalo Maroni,  mediocampista ofensivo que no tiene muchos minutos en el equipo de Guillermo Barros Schelotto.

Ambos son manejados por Bragarnik y no correrían con ventaja la temporada para jugar en siguiente semestre en último campeón del torneo local. El Lobo, con Pedro ya puso primera para armar el equipo, solamente queda esperar las negociaciones.