Independiente logró rescatar un empate agónico ante Arsenal, en su casa, con un tiro libre polémico tras una falta que solo vio el árbitro Nazareno Araza. Fue 1-1, resultado que maquilló una noche caliente en Avellaneda.

El equipo de Sergio Rondina se puso en ventaja a los 15 minutos luego de una jugada preparada que definió Gastón Álvarez Suárez. En desventaja, los murmullos en el Libertadores de América fueron incrementándose hasta convertirse en silbidos, cánticos contra los jugadores e insultos contra los Moyano.

Cuando el estadio era una caldera -pese al poco público que había en las tribunas- y la tensión se apoderaba de todo independiente, Araza le dio una manito a Independiente. Cobró una falta inexistente sobre Alexander Barboza en la puerta del área.  

Así, a los 49 del segundo tiempo, y Leandro Fernández la clavó en el palo derecho de Daniel Sappa. El delantero, eufórico, se sacó la remera y fue expulsado. Más allá del error del delantero al hacerse expulsar, logró apagar el fuego en el Libertadores de América.