La gran revelación de la Copa de la Superliga es Tigre, que viene de descender a la B Nacional. El Matador, a fuerza de fútbol y carácter, se metió en la final del certamen luego de derrotar 1 a 0 a Atlético Tucumán (que terminó con dos expulsados), de visitante, en el segundo partido de una de las semifinales. La goleada 5 a 0 en la ida ya le había allanado el camino. Ahora espera por Boca o Argentinos, que jugarán este domingo.

El único gol de la tarde lo anotó Hugo Silveira. Pero fue apenas un detalle. La serie estaba resuelta incluso antes de empezar la revancha: Atlético Tucumán necesitaba de un milagro para revertir la dura goleada que había recibido en Victoria, la semana pasada.

El árbitro Germán Delfino tuvo una actuación polémica: antes de que terminara el primer tiempo ya había expulsado a dos jugadores del local, Rodrigo Aliendro (a los 28 minutos) y Yonathan Cabral (a los 39), ambos por doble amonestación.

Tigre, de esta manera, espera ahora por la llave entre Boca y Argentinos: este domingo a las 18.45 jugarán la revancha de la semifinal, en la Bombonera, tras empatar 0 a 0 en La Paternal. La final se jugará el 2 de junio, en el estadio Mario Alberto Kempes de Córdoba.