Hubo disparadores internacionales que se sumaron a factores internos que llevaron a una huida de la moneda local. Entre los factores internos estuvieron la pérdida de credibilidad del BCRA tras el cambio de  metas de inflación (y la consecuente baja de tasa de interés), la errática estrategia de intervenciones del BCRA en el mercado de cambios (que los hizo con montos poco significativos y luego con un bloque de 5.000 millones) . Y por el lado externo, jugó en contra la suba de tasa de EEUU a 10 años (la política de la FED) y revalorización del dólar a escala global .

Argentina  siendo un país muy necesitado de financiamiento externo, no solo para cubrir déficit fiscal, sino también el déficit de cuenta corriente (que incluye al sector privado ) . Aun con un ratio de deuda /PBI bajo , fue uno de los países más castigados por tener un flujo anual de necesidades de dólares muy elevado. En cierto punto, el mercado quiso ver hasta donde es consistente el plan del Gobierno y se cortó el financiamiento de Argentina.

Efecto de profecía auto-cumplida

La errática estrategia de intervención en el mercado de cambios ha dado a lugar a efectos de profecía autocumplida. Esto se da cuando los movimientos en la cotización van siempre para en el mismo sentido. Jornada tras jornada hemos visto como el dólar subía y subía. Y no había freno. Si muchos agentes económicos /inversores apuestan a que subirá el valor de  dólar y se confirma, y posteriormente, la cotización no se estabiliza sino que sube 1 peso más al día siguiente, los agentes que observan ese patrón volverán a demandar dólares y los que tenían la intención de vender, se retiran del mercado o esperan. Consecuentemente, la divisa vuelve a subir. Ahí se produce un fenómeno de profecía auto-cumplida, que refuerza la creencia de que debía subir la cotización hasta donde pensaban los agentes a priori.

Demanda sin limite

Las compras de dólar billete durante 2018 (enero-Mayo) sumaron  16.000 millones de dólares. Solo en Mayo los ahorristas compraron más de 5.000 millones de dólares (brutos). Es difícil mantener satisfecha a  tamaña demanda. Por ello,  la variable de ajuste de esta primer parte del año fueron las reservas internacionales, que lograron estar en 63.900 millones de dólares en el pico de Enero y hoy apenas superan los 48.000 millones de dólares.

Analicemos la oferta y demanda

Hoy la gran diferencia respecto a 2017 es que existe una gran demanda  de dólares y no hay oferta. La oferta de dólares principalmente era producto de la emisión de deuda, también de los dólares financieros que aprovechaban los altos rendimientos en pesos y el “carry trade”. Y por último,  los dólares del agro.

A principio de año, la baja de la tasa de interés de las Lebacs desincentivó la entrada de dólares financieros.  Asimismo, el ministerio de Finanzas colocó deuda por 9.000 millones de dólares en los mercados internacionales en Enero  y luego dejó de  hacerlo.  Y también, la sequía implicó una reducción muy significativa de dólares en el mercado (cerca de 7.500 millones) . Por lo cual, se redujeron significativamente los oferentes en el mercado de cambio.

Lo que viene

Entrando al segundo semestre todo comenzará a girar en torno a las elecciones presidenciales 2019. Sin dudas,  los años electorales se caracterizan por una fuerte demanda de moneda extranjera. Pese a que se puede conseguir financiamiento externo con FMI, la dolarización seguirá estando presente.

¿Qué factores estabilizaron al dólar en los últimos días?

El ingreso del primer desembolso del FMI por 15.000 millones de dólares.  Asimismo, se informó que  el BCRA realizar subastas de 100 millones de dólares diarias por los próximos 75 días. Esto garantiza una oferta de divisas diaria al mercado. Y funciona como una señal al mercado .

Otro factor que permite la descompresión de la turbulencia cambiaria fue la alta tasa de interés que se paga por Lebacs,  que llevó a 47% en la última licitación. Las cuales no son sostenibles por mucho tiempo en ese nivel por su efecto sobre la economía real. Pero en el corto plazo ayuda a darle tranquilidad al mercado cambiario.

*Economista (UNLP). Miembro de CESUR (Centro de Estudios Económicos del Sur). Docente UCALP. Twitter: @AmilcarCollante