Llega fin de año y los balances anuales están a la orden del día. Diciembre nos encuentra tachando un listado con los objetivos trazados para el dos mil dieciséis. Hay años que es más fácil cumplir metas, otros años sucede que las intenciones que planteamos al principio de un año se transforman con el paso del tiempo, y algo que parecía que estaba bueno como deseo resulta que no es tan conveniente al avanzar el año. El balance da negativo o positivo de acuerdo a como se miran las cosas. A la hora de pensar en cine, la perspectiva que se toma para hacer un balance anual es determinante.

Si pensamos en taquillas el primer premio se lo lleva Me casé con un boludo , con casi dos millones de espectadores y una recaudación en salas mayor a los ciento cuarenta millones de pesos. Para Taratuto, Bertuccelli y Suar fue un gran año. Si no estás familiarizado con cuanto son dos millones de espectadores para el cine Argentino podemos hacer un breve repaso por las películas más taquilleras de los últimos años. En el año 2015 la película   El Clan basada en la historia real de la familia Puccio y dirigida por Pablo Trapero fue vista por casi tres millones de personas; la nominada a Cannes Relatos Salvajes de Damian Szifrón tuvo tres millones y medio de espectadores en el 2014 y la animación Metegol de Campanella tuvo dos millones en el 2013. Todas grandes apuestas, dirigidas por directores de cine reconocidos y con importantes presupuestos de producción y publicidad.

Volviendo al 2016, a la película de Suar le sigue Gilda, no me arrepiento de este amor - En muchas notas periodísticas recalcaron o consideraron que era una apuesta arriesgada. Algunos porque piensan que la temática bailanta podía causar rechazo, otros porque consideraban que la directora de cine Lorena Muñoz era muy independiente para dirigir una película comercial. Por mi parte, la combinación de Natalia Oreiro y Gilda sonaba perfecta desde el primer día. 921.191 espectadores fueron a verla, con una recaudación en salas de setenta y cuatro millones de pesos. El tercer lugar en el ranking de taquillas es para El hilo rojo producida por Telefé con 696.602 personas.

Luego un poco más abajo me parece importante incluir  a El ciudadano ilustre que se destacó por una estrategia de publicidad de la vieja escuela, boca en boca y vendió 634.678 entradas. Estas tres películas lideran el ranking de las taquillas del 2016 al momento. Si cambio el punto de vista del balance anual del cine argentino y hago una comparación con el 2015 a nivel entradas puedo decir que el año aun no cerró pero las ventas de los estrenos comerciales de factura nacional suman 6.625.000 entradas. En 2015, el cine nacional cortó unas 7 millones de entradas pero la crisis económica se siente este año y hay que esperar al cierre de año para evaluar si se igualaron las ventas.

Igualmente estos últimos cuatro años las entradas de ventas superaron siempre los seis millones  y doblaron el promedio general de las últimas dos décadas del cine argentino. Por último me resulta necesario hablar de un balance anual en términos artísticos e independientes por eso considero relevante mencionar tres películas que salieron a la luz en el 2016 y plantean una estética propia.

Este año se proyectó por primera vez  una película muy esperada por el público de cine independiente La flor dirigida por Mariano Llinás, protagonizada por las chicas del grupo teatral Piel de Lava y producida por Pampero Cine. Llinás cuestiona qué es hacer cine y propone una película que es solo un tercio de un filme que está previsto durar 12 horas. Este tercio consiste en un prólogo y dos episodios. En el primero, una momia libera una maldición en una excavación en una provincia del interior de Argentina. En el segundo, una pareja de cantantes pop se reúne para tocar después de muchos años, mientras una mujer se inyecta veneno de escorpión con fines misteriosos.

Con otro estilo de cine pero planteando algo distinto también se estrenó La luz incidente de Ariel Rotter coproducida entre Argentina, Uruguay y Francia. La película plantea un bello relato sobre la oscuridad de la soledad. El director anatomiza y analiza ese instante, en el que el lugar de confort ya no es seguro, y solo queda lanzarse hacia la luz. Finalmente y como frutilla de este balance 2016 agregar el estreno de un director clásico del cine independiente argentino. Raúl Perrone estrenó Samuray-s filmada como todos sus films en Ituzaingó y demostrando como siempre que para hacer una película lo más importante es la pasión, la honestidad y el atrevimiento. Personalmente me quedo más con esos sentimientos que con las entradas vendidas.  De cara al 2017 deseo que este año se sostenga la producción de películas, crezcan las posibilidades económicas de los trabajadores y que los artistas del cine continúen creando.