Ricardo Darín interpreta a Hernán Blanco, un ex gobernador de La Pampa que cultivando un perfil bajo, “invisible” para la prensa en la ficción, llegó a la presidencia y sostiene entre dos mujeres su realidad. Érica Rivas, su asistente personal que conoce el matiz de sus silencios y su hija Marina, Dolores Fonzi, que en el camino de sus problemas emocionales, descubre el pasado de su padre.

Un Presidente de perfil bajo con seguridad y firmeza al que una vez su abuelo le había explicado qué era el infierno y quién era el diablo. Lo consideran como “El más normal y de quién no se sabe mucho”, y que es escudado por  su jefe de Gabinete, Gerardo Romano, “El gallego”, un funcionario intempestivo y eficiente que forma parte de los cuatro actores principales que muestran la entrecasa de esta historia política.

Diagonales estuvo en la proyección y conferencia de prensa de La cordillera y a Darín lo que más le gustó fue “la fusión entre lo público y lo privado” y agregó que “la idea de una película sobre un Presidente es algo novedoso para el cine argentino”. Asimismo,  aclaró que “no estamos acostumbrados a medir en términos humanos a los funcionarios. Es una película reflexiva que tiene una mirada crítica con el sistema político en general”.

“Que aparezca La cordillera en estos momentos parece que viniera a hablar de la coyuntura. Pero no, contamos una historia de ficción”. Por otro lado, el actor expresó que “instaría a los políticos… les propondría buscar el gen que los llevó a buscar el bien común y a no olvidar la sensibilidad de la sociedad”. Y finalizó diciendo que el hombre es un poco producto de las circunstancias que le tocan vivir.

La fotografía es atrapante en el paisaje chileno de las montañas y la nieve, donde transcurre la mayoría de la película y el casting es al detalle de cada papel en la diversidad de nacionalidades y ocupaciones que giran en torno a un Presidente, los avatares de su vida privada y una cumbre regional de gran importancia para su país. Un escenario que su director, Santiago Mitre, investigó y recreó en una producción superlativa.