Luis Fernando Navarro, más conocido como “Chino”, se paró en un perfil analítico y reflexivo para responder cada pregunta del Íntimo, que lo atravesó por su infancia, la militancia y el contexto político nacional y provincial.

El referente del Movimiento Evita habló de su infancia llena de confusiones por la falta de su padre en el pueblo de San Antonio Oeste (Río Negro), relató su llegada a Buenos Aires donde luego de ser Presidente del Centro de Estudiantes de su escuela, conoció la verdadera militancia, “vinculada al barrio” y describió cómo fue su vinculación con el peronismo.

A la hora de meterse en la política nacional y su futuro, destacó el gesto de Cristina Fernández de Kirchner en correrse a un costado para dejarlo a Alberto Fernández como cabeza de fórmula. Valoró la elección de Kicillof y Magario para aspirar al gobierno de la provincia, criticó la decisión de Alternativa Federal de ir separados.

Además, manifestó que, en las elecciones del 2017 -donde fue con Randazzo- se equivocaron al ir separados y señaló que la gestión de María Eugenia Vidal deja una “provincia quebrada e incendiada”.

Mirá la entrevista completa:

-Mi pueblo, yo nací en San Antonio Oeste, Río Negro. Con una familia complicada, porque no sabía quién era mi papá, soy hijo de madre soltera. Después ella se casó, su esposo me dio el apellido, pero fui criado por otra familia por lo cual tenía algún problema de identidad. Fui Luis Fernando Romano, luego Luis Fernando Navarro pero estaba criado por la familia Muñoz. A pesar de esas cuestiones que aún me dan vuelta y muchas veces mi psicólogo me dice que acciones que hago tienen que ver con cuestiones no resueltas de mi infancia, de mi identidad, tengo en la memoria algunos momentos agridulces, tristes, pero ganan los lindos recuerdos por goleada.

“Tenía algún problema de identidad”.

¿Cuándo comenzaste a militar? ¿Qué encontraste en el peronismo?

-Yo vengo de una familia antiperonista, mi mamá de crianza era entre gorila y contreras, así que si algo estaba de moda en términos políticos, deportivos o musical, ella estaba en contra. Mi papá también era moderadamente antiperonista, mi mamá biológica me dijo que había votado al Socialismo en la década del 70, a Juan Carlos Coral, acción que me sorprendió.

“Yo vengo de una familia antiperonista”.

Yo militaba en el Centro de Estudiantes de mi pueblo, pero era una militancia muy rara, porque no era la militancia que yo luego mamé, de la calle, del territorio, la pintada. En ese momento, con la llegada de Cámpora y después Perón al gobierno en esa Democracia, que era frágil pero muy potente, había que organizar los Centros de las Escuelas, era algo que desarrollaba a lo largo y a lo ancho de la Argentina. A mi pueblo le llegó la directiva, fui elegido como Presidente, hicimos huelgas, discutíamos con los directivos de la escuela, pero cuando vine a Buenos Aires fue otra cosa. Imagínate un pueblo de siete mil habitantes, sin televisión, diario que llegaban dos días después, la radio se escuchaba de noche, llegar a este monstruo me retrajo mucho y yo me limite a estudiar, no conocía a nadie era muy tímido, con lo cual empecé a tomar valor a la palabra militancia pos guerra de Malvinas.

Dijiste tímido al pasar y quizás no va de la mano con la palabra política. ¿Pero en qué momento decidís meterte en política?

-Yo soy tímido (risas), nadie me cree. Uno después construye un personaje, pero me cuesta mucho cuando me encuentro con personas que no conozco incluso en el ámbito de la política, por suerte no se me nota. Soy retraído, después la política te obliga hablar, si bien no necesariamente el que habla hace política porque hay muchas compañeras y compañeros que militan en un territorio, son legisladores, funcionarios o el ámbito de la cultura desarrollan su actividad política, hacen mucho más de lo que hablan. Perón decía que “es mejor hacer que hablar”. En la política, el hablar, entender y escuchar tiene que ver.

“Soy tímido, retraído. Después la política te obliga a hablar”.

Cuando me sumé a la política en forma orgánica, fue en el año 82 y si bien era tímido, hablaba (risas). Pero siempre mi tarea política estuvo vinculada al barrio, al territorio, a la militancia en aquellos lugares.

Fernando "Chino" Navarro: "No querer ver que Cristina cambió es ser necio"

A principio de los años 2000 te unís al proyecto de Néstor Kirchner. ¿Qué encontraste en él? ¿Qué significa en tu vida?

-Los ‘90, después de que Menem parecía que venía a transformar la realidad, la privatización, ya no había política, lo que había eran roscas, empiezan aparecer los operadores en lugar de los cuadros políticos. La rosca era más importante que la militancia, el que tiene el teléfono con más influencia vale más que un compañero que trabaja con 22 compañeros en un barrio, haciendo apoyo escolar, organizando pibes, sacándolos de la droga y organizando alguna tarea comunitaria.

Cuando gana Carlos Ruckauf la provincia de Buenos Aires, nosotros estábamos en el peronismo, militábamos con Duhalde como el jefe político de la provincia de Buenos Aires, él tenía una presencia importante y Ruckauf convoca a Aldo Rico y ahí dijimos “ya está”: nos bancamos a Cavallo y compramos las convertibilidades, nos bancamos la globalización, la muerte de las ideologías, ya lo de Rico era mucho. Ruckauf era candidato a Presidente en el Peronismo y yo me acuerdo que le dije a Duhalde: “si de gobernador trajo a Rico, de presidente va a traer a Rambo”, y ahí nos fuimos.

“Néstor y Cristina me reconciliaron con la política y Emilio Pérsico me reconcilió con la militancia”.

No sabíamos a donde ir, empezamos a reunirnos con intelectuales, con políticos, sindicalistas con Zaffaroni, Carlos Ávalos, Hector Timerman, Víctor de Gennaro y un día cae Cristina Fernández de Kirchner. No habíamos estado nunca cerca, la conocimos por la televisión porque tenía mucho protagonismo, tenía un perfil mucho más alto que Néstor -él era muy poco conocido-, ella había tenido una actitud destacada tanto en Senadores como en Diputados y los primeros que nos dijo al peronismo le hace falta discutir, sino hay discusión el peronismo se muere, hay que habilitar interna, que el afiliado el militante elija su candidato. Nos pareció maravilloso, porque la única posibilidad de reconstruir la política y transformarla de vuelta en un instrumento que le sirva a la mayoría populares, era tener política, porque no había política. Le dijimos, pensamos como vos, tenés algún espacio o agrupación para sumarnos. Esto fue en agosto, en septiembre lanzamos una agrupación que se llama “La Corriente”. 

Nos incorporamos al kirchnerismo en el año 2000 y acá estamos, yo digo que Néstor y Cristina me reconciliaron la política y Emilio Pérsico me reconcilió con la militancia.

“Cristina no es el peronismo por más que ella sea peronista. En el 2017 fuimos con Randazzo con el PJ, Cristina creó Unidad Ciudadana y nos arrolló”.  

En una nota dijiste, “Tenemos que colocar al peronismo en sintonía con el Siglo XXI “. ¿A qué haces referencia?

-Hoy los países están gobernados por figuras. En Argentina, Cristina no es el peronismo por más que ella sea peronista. Nosotros fuimos con Randazzo en el 2017, con el Partido Justicialista, Cristina creó Unidad Ciudadana y nos arrolló. Eso deja demostrado que una figura es más importante, no casualmente porque estuvo ocho años de gobierno, hizo cosas buenas, se la puede cuestionar, criticar, pero el recuerdo en sectores populares su gobierno es positivo. Pero vamos al ejemplo de Cambiemos, ¿Qué es Cambiemos? ¿El PRO? el PRO no es un partido, es Macri y Carrió ha tenido diferentes partidos en los últimos años, Massa lo mismo.

“Los personajes son más importantes que los partidos”.

Los personajes son más importantes que los partidos. Yo creo que el peronismo tiene que reconstruirse, me parece que hay que afiliar de cero, tenemos una afiliación mentirosa, somos el partido con más afiliados, si vas a preguntar, primero tenés que encontrarlos a muchos y segundo te van a decir, yo nunca me afilié o lo hice y no quiero saber nada. Yo prefiero tener menos afiliados, pero que estén más comprometidos, volver a tener locales donde se abre todo el año.

“El peronismo tiene que afiliar de cero, tenemos una afiliación mentirosa”.

Pasaron casi dos años, ¿qué análisis haces de lo que hicieron con Randazzo?

-Yo creo que todos nos equivocamos. La unidad era una expresión formal pero no supimos plasmarla, hubo un error de la mayoría que se expresó en Unidad Ciudadana de no aceptar un debate político. Nosotros teníamos una mirada crítica, no quiere decir que tuviéramos la verdad, pero era necesario que ese debate se diera y que se nos dejara participar en la PASO, donde seguramente íbamos a perder, porque lo sabía, pero uno no hace política buscando el caballito ganador, uno hace política de acuerdo a sus valores, sus convicciones, sus principios.

“En el 2017 yo creo que todos nos equivocamos”.

Nosotros pensamos que un debate crítico aportaba a recomponer un peronismo de cara al 2019, lo ideal hubiese sido una acción de unidad y creo que no lo planteamos de forma humilde. Lo concreto que ese error lo pagó el peronismo y el pueblo de la provincia, porque vos sumas los votos de Cristina, Massa y Randazzo, quizás la historia de hoy hubiese sido otra. Nosotros ahora lo que aprendimos es que pase lo que pase tenemos que estar juntos, aunque no nos den las PASO y no haya debate crítico.

“Lo ideal hubiese sido una acción de unidad y creo que no lo planteamos de forma humilde”.

Hoy ves que Macri puede reelegir, hoy pareciera que es fácil ganarle, pero ellos son competitivos todavía, creo que tenemos que hacer un gran esfuerzo de ganarle en primera vuelta porque en el balotaje podemos tener alguna sorpresa, aunque todo indicia que vamos a ganar por goleada. Pero son muy poderosos, inteligentes y no hay que subestimarlos; porque no es que aparecieron ahora, hace 200 años que están dando vuelta ese bloque político de poder económico.

“Hoy Macri sigue siendo competitivo. Tenemos que hacer un gran esfuerzo de ganarle en primera vuelta”.

Los errores que cometimos todos en el 2017, fue suficiente para entender que nuestras verdades, críticas, propuestas tienen que estar todas subordinadas a un proyecto que nos exceda, porque si tenemos la mitad de los pibes pobres, ciento de miles de familias que comen una vez por día, un cuarto de millón de personas que perdieron su trabajo en el último año, si vas por la calle y ves gente triste que ni mira porque está perdida tratando de adivinar que le va a pasar no mañana, sino dentro de un rato, la obligación de la política es transfórmarlo en energía, en una esperanza tangible, real, concreta para ganar la elección y reconstruir una Argentina que no va hacer fácil.

¿Qué opinión tenes de la formula Fernández-Fernández?

-A mí me dio una gran alegría la decisión de Cristina, ella entendió que un perfil como el de Alberto más conciliador que Cristina o más aperturista, porque gran sector de la sociedad lo ve como más aperturista, era el indicado. Cristina en los últimos tiempos estuvo más obligada a dar batallas por los grupos económicos, la acorralaron en el 2012-2013, el objetivo de máxima era que se vaya antes y el de mínima que se fuera arrodillada con las banderas por el piso. No lo lograron, Cristina se fue de pie, por supuesto con dificultades, con una economía compleja por un gobierno que iba a la defensiva, entonces estuvo obligada a dar batalla y entiende perfectamente que necesita un perfil más amplio que puede construir.

“Me dio una gran alegría la decisión de Cristina. Es un acto de inteligencia”.

 Es un acto de inteligencia porque nosotros planteábamos que ella no tenía que ser candidata; no porque no le tenemos respeto, afecto, porque creemos que es la mejor, pero a veces aun siendo el o la mejor las condiciones te acorralan y una movida como la que hizo ella, que da un paso lateral y atrás y lo deja a Alberto en el centro, que va a ser un gran Presidente. El hecho de que Alberto esté de candidato hace que otras fuerzas estén pensando su política de alianza para enfrentar y ganarle a Macri.  

“Alberto va a ser un gran Presidente”.

Después la generosidad, porque todos renunciamos o es fácil renunciar, distinto cuando vos medís 30, 32 o 34 puntos, es un acto de gran generosidad. Cuando fue al PJ Cristina había dicho “no hablo como candidata”, pero nunca pensé que ese tono, esa expresión humilde, de compañera, de cuadro más que de dirigente o de candidata, se expresara en un paso al costado. En Merlo, lo vuelve a hacer y además de que muestra el dolor que tiene, el cansancio, todo lo que ha sufrido la ausencia de Néstor, su discurso no ocupa la centralidad. No querer ver que cambió, es ser necio y te lo dice alguien que ha tenido críticas con ellas.

“No querer ver que Cristina cambió es ser necio”.

¿Y la elección de Kicillof y Magario para hacerse cargo de la provincia?

-A priori Axel es porteño y no viene del peronismo, eso te hace ruido. Pero lo que hizo ningún peronista lo llevó a cabo, actuó como un peronista, pero no diciendo, él recorrió desde el día siguiente que perdimos, empezando por las plazas de la ciudad de Buenos Aires y hasta llegar a toda la provincia de Buenos Aires, eso hay que reconocérselo.

“Lo que hizo Axel (Kicillof), no lo hizo ningún peronista”.

Escuchó, habló, aprendió lo que es la provincia, es un compañero joven, no va hacer fácil la campaña porque le van reflejar continuamente su gestión como Ministro de Economía, pero yo creo que es una buena decisión. Verónica expresa un distrito que simboliza lo popular en el gran Buenos Aires y quizás en la Argentina que es La Matanza. Me parece que es una buena fórmula, por supuesto que tendrán conocerse, funcionar con una síntesis y sumarnos a todos. Axel debe convocar a los intendentes y no en la formalidad, sino que tiene que haber una simbiosis, que va a hacer un proceso de conocimiento, de desconfianzas, de idas y vueltas.

“Sabemos que vamos a tomar una Argentina y una provincia de Buenos Aires quebrada e incendiada”.

 Si no armamos un equipo tanto Alberto y Cristina con el resto a los espacios políticos que apoyen la elección nacional, y Axel y Verónica con los sectores del peronismo y otras fuerzas aliadas, será difícil porque sabemos que vamos a tomar una Argentina y una provincia de Buenos Aires quebrada e incendiada.

Fernando "Chino" Navarro: "No querer ver que Cristina cambió es ser necio"

En cuanto a las demás fórmulas ¿qué opinas que va a hacer Cambiemos y Alternativa Federal?

-Supongo que Cambiemos va a seguir con Macri, hay una presión de muchos meses para que cambien de candidato, pero me da la impresión que Macri va a jugar a todo o nada, a ganar o perder, pero se va a hacer cargo él.

“Me da la impresión que Macri va a jugar a todo o nada”.

Lo de Alternativa Federal no lo puedo entender, con todo respeto, tengo relación con Schiaretti, integramos su lista en Córdoba, somos parte del triunfo contundente ante Cambiemos y el radicalismo, tengo relación con Pichetto, soy de la misma provincia, no lo conozco a Urtubey, pero no lo puedo entender. Yo esperaba que hubiese una PASO opositora, yo entiendo que hay matices, no me preocupa que con Pichetto no comparta en nada lo que dice respecto a los inmigrantes, los planes sociales; pero me parece valiente que se planteen cuestiones, porque muchos dicen cosas en los pasillos o en la vereda, pero después no lo dicen ante una cámara y mucho menos en un ámbito político. Lo mejor era dirimirlo en una PASO donde se pueda debatir propuestas y después se pueda dirimir quién es el más representativo porque la división favorece a Macri.

“Lo de Alternativa Federal no lo puede entender. La división favorece a Macri”.

Si hoy hubiese una oposición, unida, con todos los matices y diferencias que implica, en un programa de emergencia porque entendemos que estamos en emergencia, le ganamos en primera vuelta 60-40 y después toda la energía la pones para reconstruir la Argentina. Igual yo creo que si no ganamos en primera vuelta que es posible, va a haber balotaje, vamos a tener que ir a buscar esos compañeros y más allá que algunos se enojan, hay que entender que son potenciales aliados en la segunda vuelta. Por eso creo que hay que entender qué está en juego y que no estamos jugando contra un equipo amateur; es Macri, mas su equipo de gobierno, el FMI y Trump.

Está por terminar su gestión ¿qué provincia crees que va a dejar María Eugenia Vidal?

-Nosotros no dejamos una provincia espectacular, dejamos una provincia con problemas, como dejamos una Argentina con dificultades, pero Macri las empeoró y Vidal no se encargó de los problemas estructurales de la Provincia de Buenos Aires.

“Vidal no se encargó de los problemas estructurales de la Provincia”.

Ha habido algún accionar de la justicia en la provincia que ha llevado a la cárcel oficiales de alto rango de la policía, algunos jueces, es la inercia del proceso cuando la justicia se desató y salió a investigar, cayeron justos y pecadores, también en procesos todos discutibles. Se le puede atribuir eso a Vidal, puede ser. En general, la seguridad es igual o peor que en nuestro gobierno, el de Scioli. En educación y salud no hay mejoras, y si las hay en algún lugar es muy leve. Obra pública es muy pobre y gestión no hay. Es todo anuncio y blindaje mediático. Por lo cual creo que nos vamos a encontrar con una provincia en muy mal estado, con una situación económica terrible, donde ni Alberto ni Axel se llevan premios. Ser candidato y ganar es afrontar un trabajo inmenso, sacrificado que, por supuesto nadie se queja porque uno hace política por vocación y nos gusta. Somos privilegiados.

¿Cómo te imaginas el 10 de diciembre?

-A pesar de las dificultades que vamos afrontar, un día de alegría, de alegría responsable y de alegría de reencuentro, porque nos vamos a reencontrar muchos compañeros que a veces tuvimos diferencias, dificultades. Nos vamos a reencontrar con nuestro pueblo. Yo camino mucho, hablo con mucha gente y nuestra gente necesita ser abrazada, ser escuchada. Hay que reparar el daño que Macri ha hecho y tenemos la obligación de que la política no sea un instrumento para la interna, la candidatura, sino para resolver problemas en forma definitiva. Nosotros bajamos los índices de pobrezas, eso nadie lo puede discutir, pero no pudimos derrotar la pobreza estructural, tenemos que dar una política para que eso ocurra.