Hace ya algunos meses que el Ejecutivo bonaerense planteó la idea de instalar una ley de "Alcohol Cero" al volante en toda la provincia de Buenos Aires. Con ese espíritu, el ministro de Transporte Jorge D' Onofrio presentó un proyecto propio ante la Legislatura bonaerense. A su vez, existen otras dos iniciativas similares; una de la senadora Claudia Rucci (Juntos), y otra de José Luis Pallares (FdT). Las tres propuestas comenzaron a analizarse este jueves en la Legislatura bonaerense. 

Las Comisiones de Transporte, Prevención de las Adicciones y Legislación General del Senado provincial iniciaron el debate parlamentario alrededor de estos proyectos con  la exposición de especialistas en materia de seguridad vial. 

Si bien existen diferentes iniciativas, hay un acuerdo entre todos los arcos políticos para alcanzar un texto unificado a partir de la discusión en comisiones y que el "Alcohol Cero" al volante pueda convertirse prontamente en ley. 

Entre los especialistas que participaron este jueves del debate estuvieron e los representantes del Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI); Marcelo Marzocchini (Director Operativo), Leandro García (Responsable del Programa de Metrología Legal); Fabiana Barrera (Ingeniera Quimica); de Guillermo Remonda por la Junta de Seguridad en el Transporte dependiente del ministerio de Transporte de la Nación, Tomás Raspal.

Además, expuso el Director Nacional de Investigaciones de Sucesos Automovilísticos Gustavo Jara, el subsecretario de Seguridad del Municipio de General Pueyrredón y Sofía Pomponio, coordinadora del Centro de Operaciones y Monitorio de esa misma localidad. 

¿QUÉ PLANTEA CADA PROYECTO?

La iniciativa enviada a la Legislatura bonaerense por el gobierno de Axel Kicillof propone una modificación a la Ley 13.927 del Código de Tránsito para establecer que “queda prohibido conducir cualquier tipo de vehículo con motor con impedimentos físicos o psíquicos, sin la licencia especial correspondiente, habiendo consumido estupefacientes o medicamentos que disminuyan la aptitud para conducir o con una concentración de alcohol superior a cero (0) miligramos de alcohol".

En caso de incumplir este punto, la propuesta contempla diferentes penalidades según el grado de alcohol que se encuentre en la sangre del conductor o conductora. Para quienes posean una alcoholemia superior a 0 y hasta los 0,49 miligramos por litro de sangre, se prevé una pena de 3 meses de inhabilitación para conducir; 6 meses para aquellas personas que tengan entre 0,5 y 0,99 de alcohol en el organismo; 12 meses de inhabilitación para quienes superen el 1% y lleguen hasta el 1,5%; y 18 meses para el infractor o la infractora cuya cifra sea mayor al 1,5% de alcohol en sangre.

Además, en todos estos casos de aplicará una multa o, en su defecto, se podrá optar por la asistencia obligatoria a cursos especiales de educación vial y capacitación sobre el correcto uso de la vía pública. De no cumplir con alguna de las dos alternativas, el monto de la multa se triplicaría.

Por otro lado, el proyecto de Juntos también establece que no podrá circular por ningún camino de la provincia de Buenos Aires un conductor que dé positivo de alcohol, cualquier tipo de estupefacientes o sustancias similares y establece “como tasa de alcoholemia superior a cero gramos por un mil (1.000) centímetros cúbicos de sangre”.

A su vez, determina la obligatoriedad al conductor de “someterse a pruebas para la detección de intoxicaciones por alcohol o sustancias como estupefacientes, psicotrópicos u otras sustancias cuando estén implicados en algún accidente de tránsito, con o sin lesionados y/o fallecidos”, entre otros puntos.

En tanto, el proyecto del senadores Pallares es el de más vieja data y es muy similar al proyecto presentado por el Ejecutivo. 

A decir verdad, las tres propuestas son muy parecidas y hay un acuerdo entre oficialismo y oposición para sacar un dictamen unificado que permita avanzar en un proyecto unificado.