El oficialismo provincial esperaba poder tratar, finalmente, este miércoles la reforma previsional del Banco Provincia enviada a la Legislatura por el gobernador Axel Kicillof. Incluso, el propio mandatario había instado a la oposición a tratar la iniciativa en los días previos. Sin embargo, el PRO no dio el brazo a torcer y Juntos no dio quórum para comenzar la sesión. 

La UCR mantenía una postura más flexible que sus compañeros de coalición, sin embargo, decidieron unificar posturas ante el Frente de Todos y acompañaron la negativa a tratar la reforma del sistema previsional de la banca pública que mantiene el PRO. 

La sesión había sido convocada para este miércoles a las 11, sin embargo ningún legislador de la oposición bajó al recinto y se cayó la sesión. De todas maneras, desde el Frente de Todos se hicieron presentes en sus bancas para “exponer” a Juntos por negarse a debatir. 

Hasta el último momento, el presidente de la Cámara de Diputados, Federico Otermín, yendo y viniendo de la Legislatura a la Gobernación, contando los números para poder sesionar. Sin embargo, al oficialismo le faltó un legislador para poder alcanzar el quórum propio. 

La imposibilidad de tratar la reforma del BAPRO significa un fuerte revés para Kicillof y la provincia de Buenos Aires, dado que de no resolverse antes del 14 de diciembre de este año, la resolución la tomará la Suprema Corte de Justicia bonaerense. El máximo tribunal podría declarar inconstitucional la ley vigente 15.008, sancionada por el gobierno de Vidal y que le quitó el 82% a los jubilados de la entidad bancaria, y ello significaría un fuerte golpe a las arcas de la provincia de debería pagar miles de millones de pesos por las 3.500 medidas cautelares presentadas en contra de la actual legislación. 

Por ese motivo, el oficialismo sigue intentando dialogar con el radicalismo bonaerense con el Presupuesto 2023 como moneda de negociación. La UCR podría dar quórum y abstenerse en la votación si Kicillof accede a reclamos vinculados principalmente a las partidas presupuestarias para los municipios. 

De todas maneras, el radicalismo no quiere que ello ponga en peligro la unidad del interbloque de Juntos y tensione su relación con el PRO. En ese escenario, las negociaciones siguen y lo hacen cada vez con mayor urgencia.