La renovación de bancas tanto en la Cámara de Diputados como en el Senado de la Provincia de Buenos Aires confirmó lo que muchos presagiaban luego de la debacle electoral nacional de Juntos por el Cambio (JxC), y que sucede de hecho en el Congreso nacional: que la fragmentación era cosa juzgada y que Juntos, como se lo conocía, dejó de existir.

En la Cámara baja, el oficialismo que responde al gobernador Axel Kicillof deberá negociar arduamente para alcanzar el mínimo número para sesionar, ya que no tiene cuórum propio. Unión por la Patria (UP) cuenta con 37 legisladores y debe llegar a 47.

Pero algo se facilita esta tarea ahora que se conoce que JxC dejará de funcionar como antes y pasará a conformar un interbloque que integrarán 17 diputados del PRO y contará con presidencia rotativa: los primeros dos años para el armador de Diego Santilli, Agustin Forchieri, y luego Matías Ranzini, del sector de Cristian Ritondo.

La nómina del equipo amarillo tiene nombres de peso: la mano derecha de Néstor Grindetti, Adrian Urreli; el ex intendente de Quilmes, Martiniano Molina; y, el oriundo de Olavarría y socio de Ezequiel Galli, Martín Endere, A ellos se le suman la esposa de Gerardo Millman y excandidata a intendenta en Almirante Brown, Florencia Retamoso, y la ex intendenta de Baradero por el GEN, Alejandra Antojinevic.

Habrá 9 diputados en representación de una parte de la UCR que encabeza el socio político de Maximiliano Abad, Diego Garciarena, y la Coalición Cívica, que a nivel nacional se alejó de la coalición, con 3 legisladores y Marisel Etchecoin como líder.

A diferencia de lo que ocurrió en la Cámara de Diputados a nivel nacional, donde el radicalismo se presenta en unidad, quienes responden al neurocientífico Facundo Manes en la Provincia mantendrán un grupo aparte que se denomina “Acuerdo Cívico”. Será liderado por el platense Claudio Frangul, y a este sector se le agrega la diputada del GEN Natalia Dziakowski.

En el Senado provincial, UP tampoco alcanza el mínimo para sesionar, aunque está más holgado. A sus 21 escaños, debe sumar tres más y así alcanzar los 24. Pero, sobre todo, el panorama es más alentador si se tiene en cuenta la disgregación de JxC, que llega a 20 senadores, pero con una implosión que hizo que se conformara un “interbloque” con dos espacios diferenciados.

Aunque el reglamento del Senado impide esta forma de reagrupamiento, habrá un sector cien por ciento del PRO que encabeza el ladero del intendente de General Pueyrredón Guillermo Montenegro, Alejando Rabinovich, que cuenta con 11 legisladores.

Por el otro bando, el senador radical por la Cuarta Sección oriundo de Chacabuco Agustín Máspoli estará al frente del cuerpo de  los diez senadores restantes. Allí convergen la UCR, el GEN y el monzonismo.

“En la falta de liderazgos claros en la cúpula de todos los partidos genera mayor dificultades a la hora de nombrar autoridades representativas de todo. Pero no tengo dudas que a pesar de todo eso trabajaremos todos en equipo”, destacó a Diagonales el flamante senador por la Sexta sección, Alex Campbell.

En esa misma línea, Rabinovich dialogó con este medio e intentó bajar la espuma de lo que será el distanciamiento interno de JxC en lo formal en la Cámara alta: “Se va a ver con el correr de las sesiones que vamos a trabajar con una coordinación total. Nadie se quedó afuera del ‘interbloque’. El trabajo mío y el de Máspoli se dieron de conjunto en los últimos años y de manera constante. Por una cuestión política no estamos todos en el mismo bloque, pero sin ninguna duda habrá coordinación”.

Para el titular de la bancada PRO, será crucial el papel de la mesa coordinadora entre ambos espacios, tanto para diputados como para senadores, donde se reunirán los presidentes de cada bloque.

Sobre los primeros temas indispensables que deberán tratar en el recinto, ambos senadores sostienen que un punto importante será todo lo relacionado con “emergencias”, donde se incluye la deuda que la Provincia mantiene con las intendencias bonaerenses “de Juntos por el Cambio”. No se expidieron sobre la sesión fallida en la que el gobierno provincial buscaba tomar deuda para afrontar los gastos más urgentes.  

Sí lo hicieron sobre el presupuesto 2024 de Kicillof y la necesidad para la administración provincial de seguir cómo se confeccionará el presupuesto nacional que defina el gobierno electo del ultraliberal Javier Milei.

“Axel (Kicillof) no puede pensar en cómo diseñarlo si no tiene adelante la base de Nación. Los cambios impositivos de Nación y el impacto en las provincias es lo que hay que seguir en las próximas horas”, sostuvo Rabinovich, que cree que se mantendrá la prórroga del vigente presupuesto "por un mes más".