La guerra comercial de Trump
El presidente estadounidense anunció un drástico arancel contra las exportaciones de acero y aluminio provenientes de Brasil y Argentina. ¿Cuáles son los motivos de su ofensiva contra los socios grandes del Mercosur?
El Jefe de Estado norteamericano Donald Trump ejerce lo que se denomina una diplomacia tuitera. Acorde a una administración híper personalista, donde la decisión final de los grandes temas no suelen ser consultados a los ministros involucrados en los pasos dados, el magnate hotelero suele utilizar la plataforma Twitter para comunicar acciones imprevistas y significativas de su política exterior.
Hoy lunes a la mañana el presidente de pelo anaranjado instrumentó una drástica suba del escudo proteccionista local contra exportaciones sensibles de Argentina y Brasil, específicamente en el rubro de acero y aluminio, donde los países grandes del Mercosur buscan crecer en grados de industrialización. El mandatario justificó su anuncio como una medida de contrapeso a la devaluación en curso de las monedas en nuestro país y en la nación vecina, un hecho que Trump interpreta como un capítulo de la guerra monetaria en curso.
"Brasil y Argentina han estado presidiendo una devaluación masiva de sus monedas, lo cual no es bueno para nuestros agricultores. Por lo tanto, y con vigencia inmediata, restableceré los aranceles a todo el acero y el aluminio que se envíe a los EE. UU. desde esos países", taquigrafió el mediático presidente.
Donald Trump ha decidido dar un giro copernicano en la política comercial de su país con respecto a lo hecho por Barack Obama, la Casa Blanca pasó así de una visión globalista a defender un rígido esquema que combina aislacionismo, acuerdos de libre comercio a la carta con determinados bloques, y un amurallamiento proteccionista contra determinados bienes y productos. En ese sentido su anuncio sorprende porque parece afectar al Palacio Planalto, un país pivote de sus políticas a escala regional desde que el ultraderechista Jair Bolsonaro asumió el gobierno.
¿Por qué toma el horizonte mencionado Donald Trump? Varios especialistas en las relaciones económicas internacionales coinciden en señalar que en su decisión prima el interés por contrarrestar el ascenso de las posiciones chinas en el Cono Sur. Por caso, el diplomático y empresario Marcos Caramuru de Paiva, un hombre llegado a Bolsonaro, ex embajador en Beijing y miembro del influyente Consejo Empresario Brasil- China, advirtió días atrás que: “Para Brasil, China hoy es más importante que Estados Unidos”. El analista Abel Fernández interpretó esa declaración aseverando que: “Esa no es una frase descolgada. Los diplomáticos de carrera formados en Itamaraty (Cancillería de Brasil) no tienen ese hábito. Además este mes, el capitán Bolsonaro fue el anfitrión de los BRICS (bloque que articula a Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica), y se sacó fotos muy sonriente con Xi Jinping y Vladimir Putin”.
Por su parte el profesor de la Universidad de San Martín Alejandro Frenkel suma a esos argumentos una cuestión más doméstica, la inminencia del proceso electoral en Estados Unidos: “Para mí la medida está motivada por tres razones principales: las elecciones en los Estados Unidos, de ahí la mención de Trump para beneficiar a los agricultores con la suba del arancel en el sentido de proteger el mercado interno por la devaluación de Brasil y Argentina. A su vez pesa el acercamiento entre Brasil y China, y por último la Casa Blanca envía un mensaje al presidente electo Alberto Fernández para condicionar sus negociaciones con el FMI y mostrar su desagrado con el presumible retiro de la agencia antinarcóticos DEA en la estructura del ministerio de Seguridad”.
Ese análisis motiva dos conclusiones para el especialista Frenkel: “El Mercosur sigue vivo. Dos, el acoplamiento a Estados Unidos no necesariamente trae réditos”.
Lo cierto es que el espinoso escenario internacional y zonal que se le avecina al presidente Alberto Fernández ha sumado un nuevo dato sensible a tener en cuenta.