Sonrisas en la primera gira
La delegación presidencial hace un balance positivo del viaje a Israel. “Nadie se cayó del mundo”, advierten desde Cancillería. A corto plazo: bilaterales de Alberto Fernández con el Papa y sus pares de España, Italia y Francia. Negocian una reunión con Ángela Merkel
El presidente Alberto Fernández concretó su primera gira internacional con una hoja de ruta –visita a Israel y entrevista con el primer ministro Benjamín Netanyahu- que confronta el discurso político electoral macrista sobre el supuesto rechazo diplomático de las potencias occidentales hacia el país en caso de una victoria electoral justicialista. Fernández no pisó suelo latinoamericano en su debut fronteras afuera de Argentina como Jefe de Estado, tampoco estrechó la mano de un mandatario bolivariano en su primer raid en el extranjero.
Todo lo contrario a lo pregonado en la última campaña por la maquinaria narrativa de Juntos por el Cambio. Fernández y su pequeña comitiva –donde se destacaron la participación del Canciller Felipe Solá, el gobernador bonaerense Axel Kiciloff y el diputado nacional Eduardo Valdés- participaron de un acto conmemorativo donde confluyeron las principales potencias occidentales. Tal como quedó registrado públicamente en la conferencia conjunta que compartieron Fernández y Netanyahu, tanto Buenos Aires como Jerusalén se mostraron conformes con los compromisos asumidos. Principalmente, nuestro país celebró el apoyo dado por Israel a la renegociación de la deuda externa iniciada por el equipo económico de Fernández; a su vez el principal aliado de Estados Unidos en Medio Oriente se congratuló con el hecho de que Argentina mantenga a Hezbollah en el listado de organizaciones terroristas.
Diagonales habló con funcionarios del Palacio San Martín para conocer cuál era la lectura política de Cancillería sobre el primer test diplomático internacional realizado por el entrante Jefe de Estado argentino. “El balance es positivo: Argentina demostró que tiene una política de Estado respecto a la tragedia del Holocausto en particular, y en general también respecto a las políticas de derechos humanos sobre Memoria, Verdad y Justicia. Eso está claro desde el momento que fuimos el único país latinoamericano en participar de la conmemoración hecha en Israel. A su vez, con la visita de Alberto a un país importante de Medio Oriente queda explicitó que para nuestra administración las relaciones internacionales no se guían por amiguismos o afinidades políticas si no por la convergencia en ciertas líneas directrices. Podrá haber diferencias coyunturales con Israel pero esas diferencias han quedado en un segundo plano al momento de fijar acuerdos en temas estratégicos”.
A su vez la fuente consultada advierte que: “Además el gobierno ha quedado muy satisfecho con el reconocimiento que potencias y mandatarios de la talla de Emmanuel Macron y Vladimir Putin han tenido hacia Alberto Fernández. Faltó ajustar detalles logísticos para concretar reuniones bilaterales con dichos mandatarios, pero las delegaciones de Francia y Rusia se mostraron muy atentas con nuestra participación. Todo lo mencionado demuestra la debilidad del discurso desplegado por Cambiemos en la campaña en cuanto a que Argentina iba a quedar aislada del mundo si el peronismo volvía al poder. Alberto Fernández demostró que el macrismo mentía porque nuestro gobierno dejo en claro que tiene la autonomía suficiente para dialogar con todos los actores estatales que son relevantes para solidificar nuestros intereses”.
Por último, el Palacio San Martín también se muestra expectante por la agenda internacional que desarrollará Alberto Fernández en el corto plazo: “A futuro tenemos una agenda promisoria en política exterior. El 31 de enero nuestro presidente se entrevista con el Papa Francisco, ese mismo día Alberto Fernández tendrá una importante reunión con el presidente de la FAO (organismo de la ONU que vela por las políticas alimentarias). Además la gira europea continuará con bilaterales con los mandatarios de España, Italia y Francia. Por último, existe la posibilidad de fijar una reunión de ese nivel en Berlín”.