La empresa procesadora de pollos de Esteban Echeverría, Cresta Roja, no abrió sus puertas en enero de este año y bajo custodia de cuatro camionetas de la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA) y dos de Gendarmería Nacional mandó a los trabajadores a sus casas.

Los empleados de la emblemática fábrica -que fue visitada por María Eugenia Vidal y Mauricio Macri al poco tiempo de asumir el Gobierno para anunciar la reincorporación de trabajadores despedidos-  aún esperan el cobro de su sueldo de diciembre, y algunos denuncian que están de vacaciones sin cobrar también.

A todo esto se suma el posible despido de once delegados gremiales que “habrían sido cesanteados tras una medida de fuerza que se llevó adelante el viernes, en reclamos del pago de los premios de fin de año”, según informo Diario Sur.