Esta ciudad lleva transitado 161 años del compromiso de generaciones que nos precedieron. Hoy, nosotros tomamos la posta, y mañana, habrá otros que continúen forjando el crecimiento y el progreso de Las Flores.

El mejor homenaje a los pioneros que se abrieron paso cuando esto era solo un caserío y pampa abierta, a quienes asumieron el compromiso de la organización institucional, a quienes pusieron en marcha el esfuerzo de un sueño, es seguir, en silencio, con ese legado. Y nunca perder sus pasos.

La construcción siempre fue colectiva, se forjaron caminos con miradas transversales, sin mezquindades ni ambiciones personales, y si alguna vez privó lo individual sobre el conjunto, seguramente, fue ese el momento donde se hizo la pausa, y donde las puertas del futuro se cerraron.

La construcción colectiva, la construcción con el otro, la mirada en conjunto que se proyecta hacia adelante es lo que nosotros plasmamos en cada accionar cuando hablamos del Municipio de Vecinos, ese que empezamos a construir hace algo más de un año y tres meses.

Cada generación que se hizo cargo de los destinos de este colectivo de personas llamado Las Flores, lo hizo siempre construyendo sobre lo hecho y pensando, con amplitud, lo que había que hacer.

Cada 25 de Marzo recordamos a Manuel Venancio Paz (fundador de la Ciudad), y en su figura a quienes pusieron su granito de arena, y por decir un nombre, al agrimensor Adolfo Sourdeaux quien diagramó el éjido urbano, un trabajo que trascendió por su precisión en el tiempo y permitió en las primeras décadas un crecimiento ordenado. También, es justo decir, que existe un antecedente insoslayable el 25 de diciembre de 1839, Juan Manuel de Rosas había fundado el Partido de Las Flores.

Conocidos y anónimos, profesionales y trabajadores, maestros y alumnos, jóvenes, adultos y ancianos, mujeres y hombres, todos transitaron ese gran surco que se abrió en esta tierra para dejar su semilla. Todos ellos hicieron esta ciudad de Las Flores un lugar para vivir, para soñar, para proyectar y, por sobre todo, para compartir. Todos somos eslabones de una misma cadena, y nos toca a nosotros, y cuando digo nosotros, hablo de los vecinos en general, y por supuesto, de quienes conducimos este pueblo, seguir los pasos de quienes hace más de un siglo pusieron el mojón de lo que con el tiempo sería una pujante ciudad.

Todos somos necesarios y nadie es imprescindible. Los dirigentes políticos que asumen la responsabilidad de un cargo en la función pública, todos sin excepción, tenemos fecha de vencimiento. El compromiso es trabajar para el presente pensando en el presente, en el conjunto de la sociedad, pero sin perder de vista el futuro& donde está nuestro mayor compromiso, para que las generaciones que nos precedan puedan seguir aportando su mirada a este colectivo llamado Las Flores.

El camino recorrido hasta ahora, con aciertos y errores, refleja el compromiso asumido por mí y todo el equipo de trabajo. Reconocemos, y reconocimos, cuando algunas cosas no se hicieron correctamente, y no esperamos el aplauso cuando se hacen bien, porque esa es nuestra obligación. Asumimos con el convencimiento de hacer, pero sobre lo hecho, y así estamos transitando el día a día. Primero terminamos las obras inconclusas, después nos abocamos a las nuevas, sin perder de vista las necesidades sociales del vecino, apuntalando la salud, la educación, el deporte y la cultura.

Desde el primer día hablamos de municipio de vecinos porque esa es la esencia. Todos ocupamos un lugar en esta comunidad, y si todos ponemos lo mejor de nosotros cuando llegue la hora del balance a fin de año nos vamos a dar cuenta lo mucho que hicimos. Esa es la mayor responsabilidad del vecino, asumirnos en el rol de vecinos activos, en ser parte de una comunidad. Significa también poder hablar con el vecino que piensa diferente a nosotros, teniendo en cuenta que uno y otro siempre tienen una parte de la verdad.

Construir puentes es un compromiso es un objetivo que siempre tengo presente como funcionario, y este 25 de marzo reitero el compromiso de seguir trabajando por los vecinos, corregir lo que no se hizo como se esperaba, y lo hacemos escuchando las críticas constructivas, y reafirmar la promesa de seguir haciendo. En este 25 de marzo los invito a seguir construyendo juntos una Las Flores mejor, la que nos merecemos, a seguir siendo parte de esta construcción colectiva del municipio de vecinos, y trasladar ese convencimiento más allá, para aportar un granito de arena para una Provincia y un País mejor.