“Se van a hacer las denuncias penales y las demandas patrimoniales correspondientes a los funcionarios del gobierno radical de ese entonces”. Quien dice esa frase es el secretario de Hacienda, Hernán Mourelle. A su lado el intendente Carlos Arroyo asiente con satisfacción. En la otra punta de la mesa, el radical Gustavo Gil de Muro intenta mostrarse inmutable.

“¿A quiénes van a llevar a la Justicia?”, preguntan los periodistas.

-Al intendente Katz, Schroeder, Pagni, y tendría que revisar alguno más.

Mourelle se refiere a Daniel Katz, quien fuera Jefe Comunal entre 2001 y 2007, a su secretario de Hacienda, Gustavo Schroeder y al secretario de Gobierno, Oscar Pagni.

“Estos funcionarios radicales cometieron este perjuicio al municipio”, insiste Mourelle, quien parece disfrutar el enfrentamiento con la Unión Cívica Radical. Lo que motiva esta acción judicial es el canon que fijó el Municipio para permitir la instalación del Casino del Mar en el Paseo Hermitage. Según el actual secretario de Hacienda, en 2005 se habilitó el incrementó del canon en un 10% basados en datos falsos, lo “que perjudicó las arcas municipales y a los vecinos”.

Mourelle Vs UCR

Esta no es la primera vez que Hernán Mourelle ataca al radicalismo, el secretario de Hacienda se ha despachado con frases que apuntan a ex funcionarios y actuales concejales: "El radicalismo ha intentado desgastar a Arroyo para ocupar su lugar", “Baragiola trabaja por los intereses económicos de los poderosos”, “los radicales conspiran cuando hacen alianzas de gobierno”.

La relación entre Arroyo y los integrantes de la UCR nunca fue óptima, pero desde la llegada de Mourelle al Municipio se tensó aún más. Sin embargo, el intendente de Mar del Plata sabe que para gobernar aún necesita los votos de los 5 concejales radicales. Además dentro de su Gabinete se destacan varios funcionarios de primera línea que también estuvieron en la época de Katz: el secretario de Gobierno, Alejandro Vicente; el de Planeamiento Urbano, Guillermo de Paz y el subsecretario de Legal y Técnica Gustavo Gil de Muro.

Justamente Alejandro Vicente es el funcionario que  vive en estos momento la situación más compleja. En varias oportunidades debió contradecir y desacreditar a Mourelle en público, luego de críticas del secretario de Hacienda a la gestión de Katz. Cabe destacar que Vicente ocupaba un rol fundamental en el Gobierno en 2005: fue Director en la subsecretaría de Legal y Técnica y luego subsecretario en esa área en reemplazo de Oscar Pagni, cuando éste último fue nombrado secretario de Gobierno.

Vicente no concurrió a la conferencia de prensa en la cual se anunció el acuerdo y la redeterminación del canon del Paseo Hermitage, por lo cual no estuvo presente cuando Mourelle afirmó que denunciarían a los funcionarios radicales. Quien sí estaba ese día en la mesa era Gil de Muro, socio de Vicente en su estudio Jurídico. A pesar de los ataques de Arroyo y Mourelle contra los radicales, los tres funcionarios continúan en sus cargos, aunque el secretario de Gobierno ya habría presentado su renuncia hace unos meses.

Dentro de los que supuestamente serán denunciados hay un caso particular: Gustavo Schroeder fue Secretario de Hacienda de Daniel Katz, pero también de Carlos Arroyo entre junio de 2016 y septiembre de 2017, momento en el cual fue reemplazado por Hernán Mourelle. El día de la presentación de su flamante secretario, Arroyo despidió a Schroeder destacando que había sido “un colaborar excelente y fiel a esta gestión.”

Consultado por este Diagonales Schroeder prefirió “no darle mayor entidad a este tema”. Sin embargo el ex secretario de Hacienda sostuvo que “no tiene sentido decir que allí hay algo judiciable, en todo caso fue una decisión política. Yo soy de Mar del Plata, la gente me conoce y no creo que tenga sentido responderle a esta persona”.

Por su parte los concejales de la UCR prefirieron no seguir discutiendo con Mourelle, aunque aseguraron que con este tipo de confrontaciones resulta realmente complejo que Cambiemos pueda acordar en el Concejo Deliberante.

El acuerdo con Florencio Aldrey Iglesias

Lo que originó este nuevo conflicto es el acuerdo entre el Municipio y la empresa concesionaria de la Unidad Turística Fiscal Las Toscas Paseo Hermitage. El 27 de marzo Carlos Arroyo había firmado el Decreto 623 que establecía la caducidad de la concesión que ostentaba la firma Hermitage S.A. Tratándose de una empresa de Florencio Aldrey Iglesias el escándalo superó los límites de la ciudad y llegó a La Plata.

Luego de la presión de Provincia, y alegando procesos administrativos, Arroyo debió emitir un nuevo decreto que suspendía la caducidad anunciada pocos días atrás.

Finalmente el lunes pasado el Intendente convocó a una conferencia de prensa y anunció un nuevo acuerdo con el concesionario. Allí el jefe comunal bajó el tono del conflicto, sostuvo que respeta “a la iniciativa privada y a los empresarios que creen en Mar del Plata, no buscamos llevar el tema a un rompimiento sino llegar a un acuerdo que le conviniera a ambas partes”.

Con este nuevo contrato Aldrey Iglesias continuará con la explotación comercial del sector aunque deberá abonar un canon considerablemente superior. En lugar de arremeter contra los empresarios, como había sucedido semanas atrás cuando anunció la fallida caducidad, en este caso Arroyo prefirió destacar la buena voluntad del concesionario y criticar a las gestiones que le precedieron: “los empresarios son particulares, están para ganar dinero y hacer negocios. Si los empleados público o funcionarios no cumplen, no se le puede echar la culpa a los empresarios, de ninguna manera.

En este contexto Mourelle afirmó harían “las denuncias penales y las demandas patrimoniales correspondientes a los funcionarios del gobierno radical de ese entonces.”

Esta tensa situación entre Arroyo y los radicales no es beneficiosa para Cambiemos. Al intendente cada vez le cuesta más lograr la aprobación de expedientes importantes como por ejemplo el presupuesto. Aunque la denuncia penal no avance en la Justicia, el daño político ya está hecho. Mientras Mourelle siga siendo el funcionario de mayor confianza de Arroyo, el jefe comunal seguirá teniendo problemas con sus aliados. A pocos meses del fin del mandato, en un año electoral que ya tiene cinco precandidatos en Cambiemos, el intendente ve en los radicales al enemigo interno.

Habrá que esperar para conocer cómo llegan estos espacios a las PASO, la unidad parece poco probable y la tensión interna crece en el seno de Cambiemos.