En medio de aparentes internas de Cambiemos por el desembarco del diputado nacional Guillermo Montenegro en Mar del Plata, el intendente Carlos Arroyo se opuso al decreto que firmó el presidente Mauricio Macri que prohíbe a familiares de ministros ocupar cargos políticos. Dijo que "se debe resolver por la idoneidad del personal".

El lunes el Jefe de Estado anunció la decisión de prohibir a los  ministros nacionales designar a familiares en el Gobierno. El miércoles lo oficializó a través del decreto 93/2018 y el documento, según detalló La Nación, establece que sí podrán hacerlo aquellos que hayan atravesado un proceso de selección oficial; y los familiares que gocen de una estabilidad ganada por la cantidad de años en el cargo. La gobernadora María Eugenia Vidal, ya está preparando un documento para adherir al pedido de su líder político

Arroyo en su gabinete tiene a su hijo, Guillermo y a su yerno, Mauricio Loria como concejales; a su hija en el Instituto de Previsión Social; y a su cónyuge, Susana Rivero como subsecretaria de Educación, aunque desde el Ejecutivo negaron que sea su pareja. Por eso se mostró en contra de la decisión de Macri quien buscó proteger la gestión de Cambiemos tras los escándalos con el ministro de Trabajo, Jorge Triaca.

A su vez la medida llegó en medio de las incomodidades del Intendente con Montenegro que en las últimas semanas está haciendo apariciones públicas en actos políticos. El Diputado el miércoles aseguró que  decidió "volver a mi ciudad" y prometió que trabajará para "mejorar la calidad de vida de todos los marplatenses".

En ese contexto, Arroyo explicó que sus parientes no están allí por ser familiares, sino por su capacidad y respondió cuando le consultaron por el tema: "mi criterio se debe resolver por la idoneidad del personal".