El impacto social y económico de la pandemia es innegable, sólo basta con salir a recorrer las calles de la capital bonaerense para encontrarse con decenas de persianas cerradas en diferentes comercios; cada tanto también se forman largas filas de personas buscando trabajo con sus currículum en mano en aquellos locales que se mantienen a flote; pero hay una situación que pasa más desapercibida, o tal vez se habla menos, probablemente porque es la más incómoda: el aumento en la cantidad de personas que se encuentran en situación de calle.

La ONG Sumando Voluntades tiene un parador en La Plata donde actualmente, residen 26 personas que no tienen un lugar donde vivir. Además, sus voluntarios recorren la ciudad para repartir desayunos, almuerzos y cenas calientes a quienes padecen el frío de la intemperie. Mientras que desde la Secretaría de Desarrollo de la Comunidad de La Plata aseguran que el incremento del número de personas en situación de calle fue del 20%, desde la entidad sostienen que el porcentaje es mucho mayor y que del año pasado a este, aumentó un 40%.

“La gente con trabajo informal fue mucho más afectada por la pandemia, otros tantos perdieron el trabajo y si vos alquilas y no tenes la contención de una persona, familiar, amigo, o quien sea que te diga ‘venite a vivir conmigo’ o que te de una mano, ¿cómo hacés?. Terminás en la calle, y eso pasó muchísimo”, explicó la presidenta de Sumando Voluntades, Nancy Maldonado, en conversación con Diagonales.  

“El aumento fue mucho mayor al 20%, nosotros contabilizamos un aumento del 40%, pasa que la realidad no la quieren decir nunca, aseguró en relación a la información difundida por la Municipalidad de La Plata.

Actualmente, en el parador de Sumando Voluntades hay alojadas 26 personas. En tanto, durante las recorridas, asisten a 120 con viandas calientes para afrontar las bajas temperaturas. “Esta es la época más complicada para nosotros, el invierno es la temporada alta”, contó Nancy y explicó que, aún así, hay algunos lugares de La Plata a los que no llegan por razones de seguridad.

“Antes íbamos a todos lados, pero últimamente se ha vuelto muy insegura la calle y nosotros somos voluntarios que recorremos solos la ciudad. De noche hay lugares a los que no podemos ir, y ahí hay más gente en situación de calle todavía”, agregó.

Además, Nancy explicó que desde la llegada de la pandemia se empezó a vislumbrar un cambio en la composición de la gente en situación de calle. Mientras que antes se veía a muchos hombres solos, jóvenes y adultos, con problemas familiares, de contención o incluso de adicciones, ahora se ven matrimonios y muchas personas que se quedaron sin trabajo y por ende, sin posibilidad de alquilar.

“Esta semana, en el Hospital San Juan de Dios nos encontramos con una pareja en la que ambos se quedaron sin trabajo. Ella trabajaba de empleada doméstica en una casa particular y la echaron durante la pandemia. Él era remisero y perdió el laburo. No consiguieron otro trabajo, no pudieron afrontar más el alquiler y quedaron en la calle”, describió la titular de Sumando Voluntades.

“Lo único que tenían era un grabador y nos contaron que es lo último que les quedaba porque el resto de sus pertenencias las habían vendido. Situaciones así, muchas”, agregó Nancy.