Carlos Alonso, jefe del bloque de La Libertad Avanza en el Concejo Deliberante de Bahía Blanca, manifestó su preocupación por el reciente veto del presidente Javier Milei a la Ley 27.790, que declaraba la emergencia en la ciudad tras las devastadoras inundaciones que ocurrieron el pasado 7 de marzo. Esta ley era fundamental para abordar las serias consecuencias que dejó el fenómeno meteorológico en la infraestructura y la vida cotidiana de los habitantes de Bahía Blanca. Alonso, quien es un dirigente fundador de su espacio político en la ciudad, calificó la decisión del presidente como "inconsulta". 

En sus declaraciones, dijo que la medida fue tomada sin contar con información completa sobre la situación actual de la ciudad y sus necesidades. "La decisión se tomó desde Buenos Aires sin haber venido a ver lo que realmente está pasando", destacó Alonso en una entrevista con Splendid AM 990. Esta afirmación pone de relieve una desconexión entre las decisiones que se toman en la capital del país y las realidades locales que enfrentan los ciudadanos. 

Uno de los puntos críticos que Alonso mencionó fue la destrucción del canal Maldonado, un componente esencial para el drenaje del 70% del agua que cae sobre Bahía Blanca. La falta de un sistema de drenaje adecuado representa un riesgo habitacional significativo, ya que en caso de que se produzcan nuevas lluvias intensas, muchas viviendas podrían verse amenazadas de colapsar. "Si llueve fuerte de nuevo, hay casas que podrían colapsar", advirtió, lo que pone en evidencia la urgencia de atender esta problemática antes de que se agrave aún más. A pesar de su apoyo general a las políticas del gobierno nacional, Alonso hizo una distinción importante al referirse a este tema como un llamado de atención humanitario. 

"Soy liberal desde la primera hora. Pero esto no es una crítica a la gestión, es una advertencia necesaria sobre una emergencia real", afirmó, indicando que su intención no es oponerse al gobierno, sino más bien resaltar la gravedad de la situación que enfrenta la comunidad. Además, el dirigente local denunció que ha recibido amenazas y presiones para que renuncie a su cargo, esto debido a su desacuerdo con el veto presidencial. 

Alonso comentó: "Me han pedido que me vaya del espacio, simplemente por pedir ayuda para mi ciudad. Esto contradice el espíritu de libertad que promovemos". Esta situación refleja un clima de tensión dentro del espacio político y pone en evidencia los desafíos que enfrentan aquellos que intentan abogar por las necesidades de sus comunidades en el contexto de decisiones políticas más amplias.

Por último, reafirmó su compromiso como concejal: “Tengo un deber con los ciudadanos, no voy a actuar con obsecuencia. Espero que el presidente recapacite cuando conozca verdaderamente la situación de Bahía Blanca. No pedimos limosna, pedimos que se devuelva parte de lo que la ciudad aporta con sus impuestos”.