La semana pasada el intendente de Olavarría, Ezequiel Galli, causó un fuerte revuelo en la región cuando acusó de "adoctrinamiento" a la Facultad de Ciencias de la Salud de la Universidad Nacional del Centro (UNICEN) por un parcial en el que la docente había puesto de ejemplo la falta de personal en los centros de salud de la región y los bajos salarios que reciben los profesionales, y pidió una explicación por parte de las autoridades. En las últimas horas, el decano de la institución, Héctor Trebucq, le respondió y advirtió que el jefe comunal “viola los derechos definidos desde la Reforma de 1918 de autarquía, autonomía universitaria y de libertad de cátedras”.

"Es indignante que utilicen una institución tan prestigiosa como la Facultad de Ciencias de la Salud de la UNICEN para adoctrinar a los estudiantes. Las autoridades deberían preocuparse por formar profesionales de calidad y por terminar la obra que tienen abandonada", había escrito el jefe comunal del PRO en sus redes sociales, donde también "exigió" una respuesta por parte del decano Dr. Héctor Trebucq y de la Lic. Gabriela Piccart, responsable del parcial.  

Tweet de Ezequiel Galli

Ante ello y mediante la página oficial de la Facultad de Ciencias de la Salud de UNICEN, Trebucq respondió las acusaciones y señaló que  “la publicación de opiniones referidas a actos académicos y metodológicos sobre cómo se realiza el proceso de enseñanza y aprendizaje y sus evaluaciones en una Facultad, es una intromisión que viola claramente los derechos definidos desde la Reforma de 1918 de autarquía, autonomía universitaria y de libertad de cátedras”.

El decano remarcó que contestaba los cuestionamientos del intendente "por necesidad institucional y además porque se me ha exigido de su parte una respuesta”, y rechazó las acusaciones de adoctrinamiento. 

“Usted utiliza el término ´adoctrinar´, como si nuestros estudiantes fueran sujetos pasivos y acríticos”, dice el decano y argumenta que “en realidad nuestra intención es que sean estudiantes y futuros profesionales críticos, analizadores y reflexivos de sus realidades”, remarcó. 

“Las instituciones no son islas, son producto de políticas públicas nacionales, provinciales y locales y ellas moldean nuestras posibilidades de trabajo. Los docentes no solo tenemos el derecho, tenemos también el compromiso ético de vincular los contenidos curriculares con el pasado, el presente y el futuro esperado en que ejercerán nuestros futuros profesionales”, añadió. 

Trebucq sostuvo que “este no es claramente un hecho de adoctrinamiento” y resaltó que “tampoco se le podría llamar así -en sentido contrario- si la opinión pública de su gestión en materia de salud le fuera favorable y un docente lo analizara en clases”.

“Este nuevo paradigma de formación se diferencia de lo que ocurría en la formación tradicional desde modelos que vienen desde principios del siglo XX donde la Universidad era definida como una “torre de marfil” sin relacionarse con las problemáticas sociales y donde la Comunidad no era una referencia para la formación integral de nuestras y nuestros estudiantes”, explicó.