El PRO prepara el terreno para una “renovación” en el municipio de San Isidro y todos los cañones apuntan contra el peronista amarillo Gustavo Posse. El histórico intendente vuelve a estar en boca de los oficialistas de su distrito que buscan destronarlo en 2019. “Nos gustaría tener un Intendente del PRO en San Isidro”, disparó ayer la concejal de Cambiemos, Rosalía Fucello.

Y agregó: “Es una decisión difícil para él en lo personal, más estando en Cambiemos un frente que impulsa todo el tiempo la renovación, la limitación de los mandatos. Si me preguntás a mí, yo creo que es importante que en San Isidro haya un cambio, si es ahora o en 2023 es una decisión personal del Intendente”.

A fines del año pasado, el intendente había mantenido un intenso cruce con un funcionario del riñón del PRO que presta servicios en Nación, pero tiene aspiraciones de emerger como candidato para 2019. Se trata de Ramón Lanús, quien preside la Agencia de Administración de Bienes del Estado (AABE) y es responsable del Registro Nacional de Barrios Populares (Renabap). Otro de los que aparece en la lista de aspirantes para comandar el distrito de zona norte es el neurólogo Facundo Manes, que contaría con aval en Provincia para pelear las próximas elecciones.

El Concejo Deliberante tampoco es un territorio tranquilo para el possismo. Hacia fines de 2017 el Intendente Posse decidió que debía cambiar al presidente del Concejo Deliberante Carlos Castellano por uno de su entera confianza, Andrés Rolón. Para ello debía tener el aval de dos concejales del PRO, pero Castellano revirtió la situación y permaneció en su cargo con el respaldo de uno de los dos ediles, lo que resultó un duro golpe para el Intendente.