Una vez más la gestión de Julio Garro vuelve a mostrar su insensibilidad para con los sectores populares y más desprotegidos de La Plata. En este caso, y a escasos tres meses del anuncio rimbombante en la apertura de sesiones en el que se prometió el pase a la planta municipal para los y las cooperativistas platenses, la noticia es que unos 4000 trabajadores y trabajadoras deberán afrontar el próximo fin de semana largo y el día del padre sin haber cobrado su sueldo de junio por un atraso en el pago de parte del municipio. Sueldo, por otro lado, que no aumenta desde el año pasado y apenas alcanza los míseros $8.500.

La pésima condición laboral con la que sobreviven miles y miles de platenses no es algo nuevo y viene de larga data, pero volvió a copar el centro de la discusión platense en marzo de este año, cuando las inmediaciones del palacio municipal fueron testigos de una semana de acampes y protestas por parte de cooperativistas que se oponían o lo que había anunciado el Intendente en la apertura de sesiones. Lo que se había presentado con bombos y platillos como una mejora para esos trabajadores escondía, en realidad, una consolidación de la precarización que la enorme mayoría de ellos rechazó. El planteo de la gestión de Garro era pasar a planta transitoria a un número de cooperativistas que nunca fue del todo aclarado, y bajo criterios que tampoco se especificaron, y pagarles $12.000 mensuales con contratos de tres meses de duración. El problema consistía, además del hecho de no establecer quiénes pasarían a planta y quienes no, en que la aceptación de esa nueva forma de contratación hacía caer otros beneficios sociales que perciben la mayoría de esos trabajadores, como los planes potenciar trabajo o la tarjeta alimentar. En concreto, se perdían esos complementos económicos y se pasaba a percibir únicamente esos $12.000 como salario para todo el mes, sumado a la inestabilidad de tener que renovar el contrato cada tres meses y poder ser despedido en cualquier momento.

Garro deja sin sueldo para el día del padre a unos 4000 cooperativistas de La Plata

El lógico rechazo que generó esa iniciativa municipal llegó hasta la justicia. Un grupo de cooperativistas judicializó la cuestión, y eso, sumado la conflictividad social que se generó esa semana, terminó frenando el incipiente proceso que había iniciado y que llegó a oficializar unos 1000 pases a planta transitoria bajo esas nuevas condiciones. Si bien nadie conoce ni difunde números oficiales y fiables sobre la cantidad de cooperativistas que hay en La Plata, hay una especie de número asumido y aceptado de alrededor de 5.000 trabajadores y trabajadoras en esa condición. Es decir que, de esos 5.000, un 80% quedó bajo el viejo régimen y siguió trabajando en las mismas condiciones que antes de ese anuncio.

De esos 4.000 trabajadores y trabajadoras, la enorme mayoría ni siquiera sabe para qué cooperativa trabaja o quiénes son las autoridades de las mismas. El procedimiento consiste en que el municipio tiene registradas cooperativas a través de las cuales realiza los pagos mensuales a los y las cooperativistas, depositándoles el sueldo en una tarjeta de débito, pero sin formalizar de ninguna forma la relación entre esos trabajadores y la cooperativa. De hecho, muchos de esos trabajadores afirman que un mes pueden cobrar como miembros de una cooperativa y otro mes cobrar como si fueran parte de otra, y que eso lo maneja discrecionalmente el municipio sin darles ninguna explicación.

En ese contexto, esos trabajadores no tienen contrato ni un vínculo formal y estable con el municipio, más allá de percibir su sueldo mes a mes. Y esa situación de inestabilidad se agravó aún más a partir de marzo/abril, cuando frente al anuncio oficial y el rechazo de la mayoría de los cooperativistas, éstos empezaron a reclamar un aumento del sueldo que venía congelado desde el 2020 y una mesa de diálogo para discutir la posibilidad real de una mayor formalización de esa relación de dependencia encubierta bajo la cual trabajan para el municipio.

Garro deja sin sueldo para el día del padre a unos 4000 cooperativistas de La Plata

La respuesta de la gestión Garro fue bloquear el diálogo, que viene congelado desde una única reunión que hubo luego esa semana de conflicto, y empezar a diferirles cada vez más los pagos de salarios. Normalmente, los días de cobro eran el 15 de cada mes. Pero desde abril en adelante esa fecha empezó a postergarse al 17 o 18, llegando incluso el mes pasado a cobrar el día 20. Además, los trabajadores que sí quedaron bajo convenio a partir de ese pase a planta transitoria, recibieron aumentos este año, mientras que lo que decidieron rechazar esa medida por insuficiente siguen cobrando entre $8.250 y $8.500 como lo hacían hace un año atrás.

En ese marco, miembros de distintas delegaciones comenzaron a preguntar en los últimos días en el chat que tienen con Oscar Negrelli e Ileana Cid, funcionarios municipales encargados de llevar el vínculo, cuándo cobrarían sus haberes de junio. Y este viernes se encontraron con la sorprendente respuesta de que “con suerte” cobrarán el martes que viene, debido a un atraso municipal en trámites bancarios que impidió que depositaran los sueldos antes del fin de semana. Así, esos 4.000 trabajadores y trabajadoras afrontarán este día del padre sin haber cobrado su sueldo, y a la espera de tener suerte para que llegue lo antes posible la semana que viene. Como si la situación social y económica de los sectores populares platenses estuviera para pedirles ese grado de paciencia.

Garro deja sin sueldo para el día del padre a unos 4000 cooperativistas de La Plata

Pero eso no es todo. Las organizaciones de cooperativistas que tienen además comedores populares en los barrios, reciben también todos los meses una acreditación en una tarjeta de entre $3.000 y $9.000 para compra de alimentos frescos, dependiendo de la cantidad de chicos que asisten a los mismos, y de $900 a $3.000 en los casos en los que solo se ofrece una copa de leche. Esos montos, que también se acreditan alrededor del 15 de cada mes, tampoco fueron cargados en lo que va de junio, por lo que el día del padre tampoco podrá ser abarcado por los comedores.

En este punto cabe recordar que el año pasado, en plena crisis social y alimentaria producto de la pandemia y la cuarentena, el municipio de La Plata no ejecutó unos $222 millones propios, y otros tantos provenientes de Provincia, asignados al presupuesto de la Secretaría de Desarrollo a la Comunidad, que cuenta con tres programas centrales: Seguridad Alimentaria, del cual sólo de ejecutó el 20% de los fondos municipales asignados, lo que implicó un recorte de $53 millones, y sólo de utilizaron $58 millones de los $100 millones que la Provincia de Buenos Aires asignó durante el año como refuerzo para el programa. En total, $97 millones destinados a asistencia alimentaria para los sectores populares de La Plata que no se utilizaron. También se subejecutaron los programas Políticas Sociales, que tuvo una quita de $103 millones, y Fortalecimiento Social, que sufrió un recorte de casi $109 millones. Un enorme ajuste sobre las partidas presupuestarias destinadas a paliar la crisis social y económica en los sectores más vulnerables, que el miércoles pasado fue aprobado en la rendición de cuentas del Ejecutivo municipal frente al Concejo Deliberante, con 13 votos a favor del oficialismo, 1 voto a favor de un Concejal aliado, y 10 votos en contra de la oposición del FDT.

Con este escenario, el miércoles Negrelli recibirá a cooperativistas para discutir estos temas, si es que no vuelven a patearles para adelante la reunión como vienen haciendo los últimos meses. El reclamo está planteado y los motivos son más que evidentes. Miles de trabajadores y trabajadoras platenses pasarán un día del padre aún con más privaciones que las que impone el actual contexto de crisis económica y sanitaria, debido a la desidia, indiferencia o desprecio por parte de la gestión municipal. Es de esperar que la respuesta a su difícil situación no se siga demorando.