El deplorable estado de las calles en los barrios platenses no es una novedad que sorprenda a nadie. Basta salirse un poco del casco urbano, que tampoco se salva del problema, para que los caminos empiecen a parecerse más a los de una ciudad bombardeada que a la que pinta en sus apariciones mediáticas y en las redes el Intendente Julio Garro. Apariciones como la del 25 de junio, cuando entre bombos y platillos anunciaba en Twitter el asfaltado y la iluminación de la calle 149 entre 66 y 72, en Los Hornos.

Garro y su doble vara: lo que muestra y lo que oculta de las calles en La Plata

Pero alcanza con caminar unas pocas cuadras para encontrarse con una realidad muy distinta, y mucho más parecida a la que en general se vive en los barrios. Y es que la misma calle 149, entre 60 y 54, se torna intransitable debido al estado de la calzada, con pozos que parecen cráteres. Tal es así, que los vecinos de la zona deben caminar hasta 149 y 60 para tomar el colectivo, que ya dejó de pasar por esas cuadras. En 54 y 149 directamente hay un pozo en el medio de la calle que corta absolutamente el tránsito, imposibilitando el paso de cualquier vehículo.

EL PADECIMIENTO DE LOS VECINOS: COMEDOR INACCESIBLE, BASURA, INUNDACIONES Y CORTES DE LUZ Y AGUA

“Es un desastre el estado de esas cuadras. Los vecinos estamos hartos de hacer denuncias, pedidos, veamos a la delegaciones y no nos atiende el delgado, ya no sabemos qué hacer para que llegue nuestro reclamo de lo que estamos padeciendo” le expresó a Diagonales Hugo Gómez, vecino del barrio. Por otro lado, denuncia que los intentos de reparaciones son siempre parches que no resuelven el problema: “La empresa de la línea  214 ha tirado escombros, pero como hay pérdidas de agua y también cada vez que llueve se inunda, eso no dura nada y enseguida esos pozos están hecho de nuevo una pileta. De 66 a 72 han arreglado la calle, pero de 66 a 44 es un desastre, y hay que mostrar las dos”.

En 149 y 52 está el comedor popular Caritas Sucias, que día a día asiste a niños, niñas y vecinos del barrio. El estado de la calle 149 dificulta su actividad, tal como cuenta Camila Mosqueira, vecina del barrio y responsable del comedor: “acá cuando llueve no podemos llevar a los nenes al colegio, están todas las calles rotas, la verdad que es un desastre”. Romina también vive en el barrio, en 52 entre 149 y 150, y denuncia las mismas condiciones deplorables que su vecina: “Acá la calle está siempre sucia, no pasa el basurero, y cada vez que llueve se inunda todo, se tapan los arroyos, las zanjas y es un desastre. Tenemos nuestro comedor y así no se puede trabajar, se nos corta el agua y no podemos cocinar para los nenes y la gente del barrio”.

Garro y su doble vara: lo que muestra y lo que oculta de las calles en La Plata

La deficiente cuando no inexistente recolección de residuos, la acumulación de basura en la vía pública, las inundaciones y los cortes de luz y agua son moneda corriente en el barrio y afectan seriamente las condiciones de vida de los vecinos. Así lo cuenta también Micalea Lovato, que vive entre 52 entre 150 y 151: “no tenemos donde tirar la basura, la luz se corta día por medio si no es todos los días, a mí se me han quemado cosas por los cortes. Nos quedamos sin agua y no podemos cocinar. La verdad que la municipalidad no se ve, no vienen a levantar la basura, tenemos que llevar la basura 10 cuadras, no ponen ni un contenedor en la calle. Estamos indignados de cómo se vive en el barrio”. Y agrega en relación a la calle que Garro muestra orgulloso en sus redes: “la 149, que es una principal donde pasan micros y camiones, está toda rota, tiene pozos enormes donde los carros se quedan atascados. Necesitamos ayuda, que venga la municipalidad, que se empiecen a preocupar por nosotros porque es terrible cómo se vive acá”.

DEFICIENCIAS ESTRUCTURALES Y LOS MILLONES DESTINADOS A OBAS PÚBLICAS QUE NO SE UTILIZARON EN 2020

La Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación (FaHCE) de la UNLP publicó el año pasado una serie de informes en los que se abordaban las situaciones de déficits estructurales en materia de acceso a servicios básicos en los barrios populares platenses. Partiendo de datos recabados por el Registro Nacional de Barrios Populares (RENABAP), los informes de la UNLP marcan la existencia de 153 barrios populares en La Plata, de los sólo 12 cuales tienen una conexión regular a la red pública de agua corriente. En materia de energía eléctrica, 17 de las 24 delegaciones platenses mostraron el predominio de conexiones irregulares. A su vez, sólo dos de los 153 barrios populares están conectados a la red de gas, predominando la calefacción con energía eléctrica o quema de leña y carbón. Por último, los informes destacaban que  el 55% de los barrios populares platenses se ven regularmente afectados por inundaciones.

Con este panorama general, no resulta extraña la situación descripta por los vecinos y vecinas de Los Hornos, una de las delegaciones más grandes, que contiene 19 barrios populares. Más bien podría decirse que es un ejemplo que podría repetirse indistintamente en la mayoría de los territorios del distrito. Y frente a esta dolorosa realidad, ¿qué hace el municipio?

Garro y su doble vara: lo que muestra y lo que oculta de las calles en La Plata

En la reciente rendición de cuentas del ejercicio 2020, el ejecutivo encabezado por Julio Garro publicó en qué se utilizaron los recursos del municipio el año pasado. Como muchas otras áreas de extrema relevancia para la ciudadanía, la Secretaría de Obras y Servicios Públicos sufrió una importantísima subejecución. El presupuesto original de la misma, aprobado en 2019, era de $430.540.964,26, monto que en un 99% surgía de recursos municipales. Durante el año de ejercicio ese monto se fue modificando, y se sumaron aportes nacionales y provinciales por $80 millones, y municipales por $120 millones más. Es decir, el presupuesto final destinado a esta Secretaría quedó en $628.237.943,54 para el año pasado.

Pero lamentablemente, a pesar del deplorable estado de tantos barrios y tantas familias en La Plata y la necesidad urgente de obras públicas para mejorarles la calidad de vida, sólo se ejecutó un 50% de ese presupuesto asignado, quedando unos $318 millones sin utilizar. Millones que podrían haber ido a extender la red de gas, a mejoras estructurales para evitar inundaciones, a la expansión del agua corriente o la mejora del servicio eléctrico, fueron destinados a otras secretarías por decisión unilateral del ejecutivo municipal. Se destacan las subejecuciones de la partida para Obra Hidráulica, donde se dejaron de utilizar casi $100 millones destinados a esas obras, y el Plan Vial, que se subejecutó en casi $170 millones.

Garro y su doble vara: lo que muestra y lo que oculta de las calles en La Plata

Así, mientras Julio Garro muestra una obra terminada como si fuera ejemplo de nivel de gestión, unas cuadras atrás los vecinos siguen viviendo en las mismas condiciones paupérrimas que afectan a la enorme mayoría de los habitantes de los barrios populares platenses. Y justamente los problemas que denuncian esos vecinos, calles destruidas e inundaciones permanentes, son cuestiones que tenían recursos destinados en partidas específicas que el año pasado no se ejecutaron, dejando obras sin hacer y $318 millones sin utilizar, o utilizados con otros fines.

“Los Hornos está totalmente abandonado, como tantos barrios de La Plata. El municipio mira para otro lado, el Intendente hace oídos sordos a todos nuestros reclamos. A nuestro comedor no puede llegar ni la recolección de basura, no puede ingresar una ambulancia si hay una emergencia, los chicos para ir al colegio se embarran los días de lluvia, y la verdad que es un desastre vivir así” insiste Hugo Gómez con razón. Su reclamo es el de miles de platenses. Las respuestas del Intendente Julio Garro se siguen haciendo desear, y las escandalosas subejecuciones presupuestarias no permiten más que suponer que desde el ejecutivo municipal no hay ninguna voluntad de ofrecerlas. Con tener el video para las redes sociales alcanza.