Desde que comenzó la pandemia, Tandil ha sido uno de los distritos bonaerenses con mayor resistencia a las restricciones dictadas por los gobiernos nacional y provincial en el marco de la emergencia sanitaria. Muchas veces esta reticencia fue planteada por el propio intendente Miguel Lunghi, pero en esta oportunidad fueron los gastronómicos locales quienes decidieron desafiar las medidas dictadas por el gobierno de Axel Kicillof y abrir sus locales a pesar de encontrarse en fase 2. 

Esta etapa del aislamiento social, preventivo y obligatorio determina que los comercios gastronómicos podrán atender a los comensales sólo al aire libre y dentro del rango horario que va desde las 7 de la mañana hasta las 19 horas; después de ese momento, sólo podrán trabajar con delivery. Sin embargo, con la llegada de las bajas temperaturas, los empresarios sector pidieron que se les permita abrir sus locales con aforo reducido y atender a los clientes en en el interior.

Los gastronómicos presentaron varios pedidos ante el Municipio y el Concejo Deliberante, pero explicaron que desde la Comuna aseguraron que le decisión le corresponde a la gestión de Kicillof y que  "la Provincia no contesta". 

Por ese motivo, a partir de hoy, alrededor de 50 restaurantes, bares y confiterías decidieron abrir sus comercios desde las 7 hasta las 23 horas con un aforo del 30% a pesar de las restricciones vigentes. 

“Vamos a abrir, con protocolos, cuidando la salud pública, pero con un mínimo que nos permita cumplir con las obligaciones”, expresaron desde la Cámara Empresaria al Eco de Tandil. 

Ahora la atención está puesta sobre la postura que adoptará el municipio, dado que la gestión de Lunghi (JxC) comparte la postura de los empresarios gastronómicos pero, al mismo tiempo, tiene la obligación de sancionar e incluso clausurar a los comercios que no cumplan con las restricciones.