“G-K 2019”: en letras gigantes celestes sobre fondo blanco, los afiches firmados por la juventud peronista pueblan las calles y anuncian que Gabriel Katopodis ya puso en marcha la campaña para su reelección en San Martín. La defensa del mercado interno, la protección de las pymes que le dan vigor económico a su municipio y la reivindicación del trabajo, el crédito y la producción serán los ejes del camino a octubre, y Katopodis volverá una y otra vez sobre ellos en la charla que mantuvo con Diagonales para ejemplificar por qué considera necesario derrotar a Cambiemos en la Provincia y en el país.

Y, también, para explicar por qué “el desastre del modelo de Macri” condicionó y favoreció la unidad del peronismo. “En el peronismo estamos resolviendo un dilema: para ganar hay que sumar los votos, y si los dividís, perdés”, dice y pone como bisagra la elección de 2017, en la que acompañó a Florencio Randazzo: “De Cristina para abajo, todos aprendimos”.

Son horas de mucha tensión en cuanto a la definición de Sergio Massa, con quién compartiste espacio. Hace poco sostuviste que “va a terminar sumándose” a la unidad opositora y todo parece indicar que va a ser así. ¿En qué se basa esa seguridad?

-En que hay una decisión muy inteligente de Alberto de tender puentes y ampliar. Esta etapa y la que se viene hay que recorrerlas sin sectarismos, es necesario sumar a todos. El único límite es Macri. El resto son matices, que habrá que ir ordenando. En el caso de Sergio, al escucharlo hablar de lo que pasa con este Gobierno y lo que propone para la Argentina hacia adelante, de poner al mercado interno como prioridad, hay muchas coincidencias. Hay una mirada parecida en la agenda central de la argentina que viene y por eso deberíamos confluir.

"Esta etapa y la que se viene hay que recorrerlas sin sectarismos". 

El domingo pasado, después de ganar las elecciones, el gobernador de San Juan, Sergio Uñac, dijo que iba a trabajar para que la unidad abarque a “todos los sectores” del peronismo. Lavagna y Urtubey, por nombras dos dirigentes, parecen lejos de esa posibilidad. ¿Es una utopía hoy?

-La realidad es que no sobra nadie. Hay que seguir ampliando y la fórmula Fernández-Fernández pide eso. La gente no nos va a perdonar que no hagamos todo lo posible para ganarle a Macri. Hay que avanzar, insisto, en los acuerdos necesarios trabajar en ese sentido. Todos los días hay que ir sumando dirigentes, representar los intereses de los votantes que de los candidatos, pero sobre todo también pensar en el mensaje que va a recibir el ciudadano de a pie sobre la argentina que viene, y creo Alberto tiene claro eso allá de estas idas y venidas de los dirigentes sobre quién está en la foto final.

Más allá de los nombres. ¿Queda espacio para la famosa tercera vía?

-No, ya no. Va a ser una elección polarizada y nosotros tenemos la responsabilidad de nuclear el voto opositor. En las últimas elecciones estuvo disperso y eso fue funcional al gobierno. Esa fragmentación nos costó cara en 2015 y 2017. En el peronismo estamos resolviendo un dilema que nos atraviesa hace un tiempo: para ganar tenés que sumar los votos, y si los restas perdés.

"Va a ser una elección polarizada y nosotros tenemos la responsabilidad  de nuclear el voto opositor". 

¿Ese dilema se empezó a resolver después de 2017?

-Sí. Todos hemos ido aprendiendo. De Cristina para abajo, todos aprendimos de los errores que fuimos cometiendo. Y en función de eso fuimos construyendo y tomando las decisiones en función de ganar.

¿Cristina cambió?

-Más allá de Cristina, lo que pasó en el medio es que gobernó Macri 4 años y destruyó el país. Cambió la realidad para mal. Todos buscamos entonces más amplitud, más inteligencia para evitar que esa destrucción continúe.

¿Se puede ganar el país si no se gana la Provincia?

-Poder se puede. Pero creo que todo va camino a que ganemos la provincia y desde ahí potenciar el resultado nacional. Acá es donde más pegó el ajuste. La oposición en la Provincia a las políticas de Macri es muy fuerte. Por eso, si hacemos las cosas bien, vamos a tener un buen resultado.

"De Cristina para abajo, todos aprendimos de los errores que fuimos cometiendo".

¿Qué pensas de las idas y vueltas del Gobierno con el tema colectoras?

-Estamos acostumbrados a que el macrismo vaya cambiando las reglas según su conveniencia. El Gobierno debería hacer cosas para que la gente esté bien en vez de buscar esos atajos De todas formas, estamos para ganar en cualquier cancha. En la calle se ve que la gente no los va a votar.  

A pesar que las encuestas de la imagen de Macri a nivel Provincia comprueban eso que decís, Vidal de todas formas sostiene un margen de diferenciación y conserva mejores números. ¿La estrategia electoral va a ser pegarla a Macri, como ya se está viendo?

-La campaña es nacional, la gente va a votar por el bolsillo, por la situación económica. Lo que se va a plebiscitar es un modelo, y han aplicado las mismas políticas de ajuste y deuda en la tanto en Nación como en Provincia. Además, la gestión Vidal tiene muy poco para mostrar en educación, salud y seguridad y nosotros tenemos que poder demostrar cómo vamos a mejorar eso, en un contexto del país donde también vamos de a poco a fomentar el consumo, la producción, los derechos de los trabajadores.

"Estamos acostumbrados a que el macrismo vaya cambiando las reglas según su conveniencia". 

El último informe del Observatorio Pyme de San Martín mostró números desalentadores. ¿Se imaginaban una crisis semejante?

-Las Pymes no escapan a la realidad del país. Los resultados son categóricos: caída de la competitividad, aumento de la capacidad ociosa y de los despidos, falta de inversión y reducción de la rentabilidad. Tal vez el dato nuevo, es que esta crisis no reconoce tamaño ni sector. Había Nichos que la peleaban, hoy ya no. A la caída del consumo hay que sumarle las tasas usureras del banco desde el año pasado y los tarifazos. Eso es lo que hay que revertir claramente.

Por último, ¿cómo imaginás los primeros 100 días de un hipotético gobierno de Alberto?

-Las primeras medidas van a estar dirigidas, y esto lo he conversado con Alberto, a generar confianza y dar señales de un gobierno normal, con los pies en la tierra, con una base social más amplia. Cada decisión se va a tomar pensando en la clase media, en el laburante, en la pyme, los jubilados. Creo que vamos a tener un mensaje muy fuerte sobre de qué lado va a estar el gobierno.