Digámoslo sin vueltas ese proyecto de minorías que cada cierta cantidad de años revolotea y cobra cierta relevancia -la división del populoso Distrito de La Matanza-, no tiene asidero desde las teorías del buen gobierno su móvil es electoralista, montado sobre la cultura meritocrática e insolidaria destinada a un vecino pasteurizado.

Si de tamaño o población se tratara, ¿por qué no pensar en la división de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, trazando líneas arbitrarias que dividan a los del Norte de los del Sur? ¿por qué no revisar las experiencias nada felices en la propia Provincia de Buenos Aires, de la divisiones de Chascomús-Lezama, o de los distritos del Conurbano con problemas estructurales de fondeo de sus gastos corrientes?

Reconózcanlo el municipio de La Matanza ha venido siendo bien administrado. Ni siquiera en los peores momentos de crisis nacional ha pedido salvavidas extraordinarios al Gobierno Provincial. Todo lo contrario al filo de la normativa, como buena parte de los Municipios de la Provincia, incrementó su inversión en programas sociales, lo cual es un esfuerzo extraordinario respecto al cobro de tasas retributivas por servicios, que es la casi excluyente forma de financiamiento genuino de las comunas bonaerenses.

¿Dicen que hay que estar más cerca de los vecinos? Desde la gestión del Intendente Balestrini, La Matanza tiene procesos de descentralización en marcha, con sub-sedes municipales en Ramos Mejía y González Catán, más proyectos de articulación entre el trabajo, la producción y la Universidad, como algunas de las experiencias de gestión que nadie del arco opositor matancero o provincial critican. Desde el Gobierno Nacional, podrían aprender y apoyar más a esas experiencias, si es que realmente les interesa la mejora de la gestión de este importante gobierno municipal.

A los legisladores que no han tenido experiencias de gestión local y a los que dicen Cambiemos La Matanza cabría preguntarles ¿Cuáles son sus planes de regionalización de la Provincia, para superar el histórico centralismo platense en la toma de decisiones sobre tantas cuestiones de la vida diaria de los matanceros, o de los habitantes de cualquiera de las secciones electorales de la Provincia? ¿Cuáles son las nuevas formas de descentralización que pretenden implementar, tras aquel impulso que hubo durante la gestión del Gobernador Solá?

Porque el estigma que pesa sobre los populosos municipios del Gran Buenos Aires es consecuencia más de las ineficiencias de la Provincia y/o de las etapas recesivas de la Nación, que de las poco conocidas formas de gestión municipal. No será con Metrobuses como modernicen a los Distritos, ni tampoco vistiéndose de comprensivos con los vecinos como ayuden a redistribuir recursos y destinar esfuerzos a reconstruir el tejido social solidario de los que más sufren.

Como ejemplo, este año la Provincia redujo un 80% del presupuesto provincial destinado a la atención de los niños, niñas y adolescentes, y debilitaron los Servicios Locales que se desplegaban como parte de su atención integral. ¿Qué estamento del Gobierno creen que resolverá los concretos y sensibles problemas de tantos pibes en riesgo? Los Municipios lo harán como puedan, así como la Intendenta Verónica Magario señala que está emparchando las carencias de comedores y demás áreas de desarrollo social descuidada por los otros niveles estatales de gobierno.

Desmembrar es distinto a dividir

Quizás, en realidad, quienes apoyan una ruptura de la unidad de La Matanza,estén aprendiendo de aquel infortunado festejo por anticipado de 1999, cuando una candidata de la Alianza creyó haber vencido en la elección municipal y festejaba en San Justo.

Quizás ahora pretendan capitalizar una campaña de desmembramiento de La Matanza en un año no electoral, a través de las redes sociales y dudosos carteles oficiales que apoyan en plena Ruta 3, a un candidato perdido en las últimas elecciones.

Como nunca han podido contra la unidad de La Matanza, quizás ahora vayan por los pedacitos de algo que pretender romper.

Porque además de no ser eficientes (los ajustes de presupuesto y de empleados se redirigieron a fortalecer sueldos y funciones de nuevos contratados por Cambiemos), no plantean transformaciones en la calidad de vida vecinal. Estar cerca, estar juntos de los vecinos son slogans de dimensión barrial que todos podemos compartir. Estar unidos y ser solidarios, para reconocer a los niños, a los adolescentes, a todos los ciudadanos como sujetos de derechos eso es una política de Estado, también a nivel del gobierno municipal.

El nuevo rol de los municipios se debe construir sobre valores políticos y solidarios, y capacidades estatales acorde a las unidades de gestión y las competencias reales del gobierno.

Las ficciones, como el desmembramiento de La Matanza que algunos sectores políticos disfrazan de tecnocrática y aséptica división, ocultan intereses electorales que manipulan lugares comunes para atacar las identidades y administraciones que por medios electorales no pueden conquistar.