Solo dos de cada diez asesinatos cometidos durante el primer año de la pandemia en el gran La Plata estuvieron vinculados a hechos de “inseguridad”. El dato, que ayuda a problematizar el origen de las violencias, surge de un estudio publicado recientemente por investigadores del Observatorio de Políticas de Seguridad de la Universidad de La Plata, que relevaron y sistematizaron los homicidios dolosos durante el 2020 publicados en la prensa digital local.

El estudio, titulado “Homicidios dolosos en la prensa digital. Un estudio sobre el Gran La Plata en el año 2020”, concluye que la principal causa de las violencias que derivan en muertes no está relacionada con delitos contra la propiedad como los robos, los asaltos o las entraderas, sino con conflictos interpersonales previos, incluso entre quienes tenían lazos afectivos o familiares entre sí.  

“Los casos que formaron parte del estudio nos permiten cuestionar algunas ideas ampliamente difundidas en los medios y por el sentido común que vincula linealmente los delitos comunes contra la propiedad y todo lo que abarca la inseguridad con los homicidios dolosos. Vuelve a quedar claro que esa relación en verdad forma parte de un imaginario, en el cual pareciera que cualquier puede ser víctima de un robo y resultar muerta, cuando no es para nada de esa forma. La mayoría de los homicidios, en cambio, se dan entre personas conocidas entre sí, atravesadas por conflictos previos, por ejemplo rivalidades barriales entre jóvenes, venganzas interpersonales o distintos tipos de peleas que derivan en crímenes”, puntualizó en diálogo con Diagonales la socióloga Paz Cabral, coordinadora del informe.

Lejos del sentido común mediático: un informe demuestra que no existe un vínculo lineal entre “inseguridad” y homicidios

De acuerdo al estudio, la prensa digital dio cuenta de 63 hechos de homicidios en la región del Gran La Plata, de los cuales resultaron asesinadas 65 personas. La mayoría de los homicidios de la región (el 41,2%) “se produjeron en el marco de conflictos interpersonales”, especifica el informe. Los crímenes vinculados a contexto de robo  aparecen como segunda causa, con un 19,1% de los casos. El resto se reparte entre “homicidios producidos en el marco de intervenciones de policías y/o fuerzas de seguridad” (el 8,8%), “los femicidios y travesticidios/transfemicidios” (con el7,4%) y “los hechos de violencia en el grupo familiar” (con el 7,4%).

De ese casi 20 por ciento que abarcan los delitos en contexto de robo, la mitad de las víctimas resultaron ser los supuestos victimarios o “delincuentes”, lo que abre otra variable de análisis. “Distinguimos además distintas causas de los homicidios, y encontramos que casi la mitad de las víctimas en ocasión de robo termina siendo un supuesto ladrón. Eso llama la atención y alarma respecto a la posesión de armas de algunas personas en sus casas y en el accionar de las fuerzas de Seguridad”, describió la investigadora. De hecho, si se toman los números duros, se encuentra que de las 13 víctimas fatales totales en contexto de robo relevadas, 6 fueron los “victimarios” y 7 fueron las víctimas del robo.

Lejos del sentido común mediático: un informe demuestra que no existe un vínculo lineal entre “inseguridad” y homicidios

El contexto que abarca temporalmente el estudio es el primer año de la pandemia, durante el cual el índice general de delitos en toda la Provincia de Buenos Aires mostró un claro descenso respecto de años anteriores. En ese aspecto incluso, el informe puntualiza un dato llamativo: mientras los delitos comunes mostraron una sensible baja en 2020, los homicidios dolosos en el gran La Plata crecieron, incluso si se toman las estadísticas oficiales del Ministerio de Seguridad.

Lejos del sentido común mediático: un informe demuestra que no existe un vínculo lineal entre “inseguridad” y homicidios

Respecto de la cobertura de los medios, el informe señala que “muchas veces los medios construyen hipótesis rápidas donde se señalan vínculos entre determinados crímenes y la comercialización de drogas, creando imágenes estereotipadas que no abonan a explicar las situaciones en las que se producen los homicidios”.

El informe también pone sobre relieve que la mayoría de las víctimas de los homicidios son varones entre 18 y 60 años, y que muchos de los casos se registraron en zonas o barrios populares. “Claramente es necesario leer estos datos desde una perspectiva de género, capaz de problematizar las conflictividades entre varones a partir de los vínculos generados por la masculinidad hegemónica. Desde esa perspectiva, nuestro planteo es que como los homicidios no tienen una única causa, es necesario diseñar políticas públicas integrales y estrategias múltiples para abarcar e intervenir en las violencias”, concluyó Cabral.