La policía bonaerense vuelve a quedar en el foco de la tensión tras matar a José Antonio Soria, de 52 años, quien horas antes había asesinado a su vecino Gastón Blasco, de 36. Soria se atrincheró durante la madrugada en su domicilio en la localidad bonaerense de Merlo, donde luego se inició una balacera con efectivos de policía e integrantes del Grupo Halcón, que terminó en las últimas horas con la muerte del empleado de una empresa de seguridad.

Según trascendió, el Comando de Patrullas de la zona acudió al lugar tras recibir un llamado al 911 donde advertían sobre un hombre herido con arma de fuego. Tras arribar al lugar, encontraron en el interior de la vivienda a una persona de unos 40 años tendida en el suelo y ensangrentada. De inmediato, advirtieron que en la vivienda lindante se encontraba Soria armado con una escopeta y un chaleco antibalas.

Según informó la fuerza policial, los vecinos indicaron que Soria era empleado de una empresa de seguridad y tenía en su casa armas largas, cortas y municiones. En ese momento, los efectivos solicitaron refuerzos a distintas comisarías de Merlo y del Comando Patrulla, quienes perimetraron la zona hasta el arribo de la División Especial de Seguridad Halcón.

Casi de inmediato, intervino en la la causa el fiscal Fernando Capello, de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) 2 del Departamento Judicial de Morón, quien se dirigió hacia el domicilio de la calle Curuzú Cuatiá para supervisar las tareas de los agentes.

El violento hecho se da en un momento de fuertes cuestionamientos sobre el accionar de las fuerzas de seguridad bonaerenses, en especial tras la reciente muerte de Alejandro Martínez, muerto en una comisaría de San Clemente del Tuyú, cuya autopsia reveló rastros de numerosos golpes en varias partes del cuerpo. Este episodio complicó a varios efectivos de la fuerza que intervinieron en la detención de Martínez, como también volvió a ubicar el foco sobre el ministro de Seguridad bonaerense, Sergio Berni.