Sigue picante la interna en San Isidro entre el histórico jefe comunal Gustavo Posse y el PRO. En marco de una política generalizada de ajuste del gasto político en los municipios bonaerenses, por exigencia de la Provincia, en San Isidro el intendente aprovechó la “modernización del Estado” para echar al PRO paladar negro proveniente del municipio de Lanús, Javier Corniola.

Paradójicamente, el ahora ex funcionario se  desempeñaba como subsecretario en la Secretaría de Modernización, creada especialmente en septiembre de 2016 para encarar la “reestructuración”, el “ajuste” y la “eficiencia” del estado municipal. La interna entre el PRO y el possismo se viene agudizando desde los últimos meses de 2017.

A principios de diciembre del año pasado, el intendente de San Isidrio había protagonizado un fuerte cruce con otro funcionario del riñón del PRO que presta servicios en Nación, pero tiene aspiraciones de emerger como candidato para 2019. Se trata de Ramón Lanús, quien preside la Agencia de Administración de Bienes del Estado (AABE) y es responsable del Registro Nacional de Barrios Populares (Renabap). También el neurólogo Facundo Manes tendría aval en Provincia para aspirar a pelear el municipio en las próximas elecciones.

Corniola comunicó vía Twitter su despido y dio referencias de su experiencia laboral, como carta de presentación para un próximo empleo. El ex funcionario afirmó Zona Norte Diario: “No sé qué motivó mi salida. Solo sé que estoy muy dolido y en shock”. 

Y explicó que es “un hombre de trabajo. No soy ni quiero ser político, a pesar de haber ocupado un cargo importante. Llegué a San Isidro, como a los organismos anteriores, por currículum. No vi crecer a mis hijos por dedicarme a trabajar y a crecer profesionalmente. Siempre di lo mejor de mí.”.

En Twitter publicó: “Hola gente. Estoy sin trabajo desde este mes. Estaba como Subsecretario de Modernización, Innovación Tecnológica y Participación Ciudadana de San Isidro. Tengo amplia experiencia en Tecnología, Software, Procesos, Innovación y Capital Humano. Cualquier referencia, bienvenida”.

Desde la Municipalidad la versión oficial la transmitió el jefe máximo de la Secretaría de Modernización a la que pertenecía Corniola, quien explicó que “San Isidro adhirió a la reforma fiscal impulsada por la gobernadora Vidal. Producto de esto se realizó una reducción de cargos políticos”.

La relación entre el PRO y el possismo dentro de Cambiemos en San Isidro, se caracterizó en una primera etapa por el recelo y la desconfianza mutua, sin embargo parecía que la creación de esta Secretaría iba a disipar la tensión. Hacia fines de 2017 el Intendente Posse decidió que debía cambiar al presidente del Concejo Deliberante Carlos Castellano por uno de su entera confianza, Andrés RolónPara ello debía tener el aval de dos concejales del PRO, pero Castellano revirtió la situación y permaneció en su cargo con el respaldo de uno de los dos ediles, lo que resultó un duro golpe para el Intendente. 

No pocos allegados al círculo rojo del possismo especulan por estas horas que este podría ser un pase de facturas al PRO por la derrota en el concejo o bien un intento de “domesticar” a los díscolos.