Cambiemos llevó al extremo la tensión con el intendente de San Isidro, Gustavo Posse, a quien desde hace meses los PRO paladar negro buscan “jubilar”. Es que el funcionario de Mauricio Macri que preside la Agencia de Administración de Bienes del Estado (AABE), Ramón Lanús, ya no sólo camina las calles del norte bonaerense para sumar adhesiones de cara a 2019, sino que además –con folletería oficial de Cambiemos- invita a los vecinos a reuniones en distintos barrios.

Con la misma metodología el oficialismo utiliza hace años en la ciudad de Buenos Aires,  Lanús planteó a los sanidrisenses que “hay cosas por hacer para que vivamos cada vez mejor en nuestro barrio”. El diciembre del año pasado, el funcionario macrista había aprovechado su posición en la AABE para entregar escrituras en el barrio La Cava, desatando así una interna feroz con el possismo, que no fue invitado al evento.

Además, Lanús se ha mostrado “dialoguista” con un sector importante de la oposición, nucleada en partido vecinal “ConVocación por San Isidro”, que tuvo un desempeñó que asombró a propios y ajenos en la última elección en la que sacó un 20% de los votos del municipio.

“Nos parece que hay mucha gente muy valiosa en el vecinalismo y creemos que es un grupo de gente muy sana. En lo personal creo que en algún momento tenemos que llegar a un proyecto común con ConVocación por San Isidro dentro de Cambiemos. Son muchas más las cosas que nos unen que las que nos separan”, había planteado el PRO puro a Zona Norte Diario en marzo.

En tanto, el possismo logró afianzarse con los propios en el Concejo Deliberante donde hace pocas semanas logró la remoción del presidente del cuerpo –y ex aliado de la intendencia- Carlos Castellano, por el “incondicional” Andrés Rolón.