Tras un largo período de triunfos electorales ininterrumpidos para el Movimiento Vecinal que gobierna Tres Arroyos desde 1995, la ola de cambio se quedó con la victoria del domingo. La gran elección de Cambiemos en territorio bonaerense –donde ganó 100 de los a 135 distritos- arrasó con muchos históricos dirigentes y sorprendió a propios y ajenos.

En la ciudad, Cambiemos se alzó con casi el 37%, seguido por el frente 1País con el 22% de los votos y en tercer lugar quedó el vecinalismo con el 18%, un punto más arriba de la lista de Unidad Ciudadana. Con los resultados en mano, los funcionarios locales pusieron sus renuncias a consideración del intendente Carlos Sánchez, quien ayer reunió al gabinete para “evaluar” los pasos a seguir.

“El análisis de las elecciones es complejo, es multicausal a nuestro entender. Hay cuestiones macro, como fue la polarización que nacionalizó la elección, sobre las cuales no podemos incidir, y otras cuestiones sobre las que sí podemos actuar y que tienen que ver con la gestión”, afirmó a Diagonales el intendente interino, Guillermo Salim, quien entró hoy en funciones al hacerse efectiva la licencia de Sánchez, que está programa hasta el 10 de noviembre.

“No queremos dejar de hacer una autocrítica”, continuó el jefe del bloque vecinalista en el Concejo, y precisó que ayer Sánchez “nos pidió a todos los colaboradores redoblar los esfuerzos, trabajar mucho más fuerte, todos los funcionarios han puesto a su consideración la renuncia para que se haga una evaluación sensata de la gestión de cada uno, y así dejarle al intendente la decisión final sobre qué funcionario va a seguir y cuál no”.

"Sánchez nos pidió a todos los colaboradores redoblar los esfuerzos. Todos los funcionarios han puesto a su consideración la renuncia para que se haga una evaluación sensata de la gestión de cada uno"

El funcionario explicó que desde las PASO comenzó en el Ejecutivo municipal una evaluación de la gestión “puertas adentro” y destacó los dichos del intendente, quien afirmó públicamente que “no se trata de tirar funcionarios por la ventana”, sino que “se necesita un análisis profundo para ver cuáles son algunos cambios que hay que realizar, algunos tendrán que ver con funcionarios y otros tendrán que ver con cambios estratégicos en la gestión municipal”.

Respecto a los cambios que podrían avecinarse, Salim contó que “la comunicación de los actos de gobierno es un tema que tenemos que revisar” ya que, sostuvo, en las reuniones cara a cara, los tresarroyenses “están conformes, reconocen el trabajo y la enorme gestión de obras a nivel local, pero la ola de cambio ha hecho mella en la decisión de la gente a la hora de elegir el voto”.

Lo cierto es que el gobierno de Carlos Sánchez atraviesa un enfrentamiento importante con el único periódico local “La Voz del Pueblo”, que desde un tiempo a esta parte ha mostrado una incesante crítica a la gestión local y un padrinazgo del espacio que en la ciudad conduce Laura Aprile, hija del ex intendente Carlos Aprile, que fue fundador del Movimiento Vecinal y ahora adherente a Cambiemos.

Otro territorio en donde Sánchez corre muy por detrás es en las redes sociales, espacio  importante en la política del diálogo “vecino a vecino” que principalmente Cambiemos y 1País explotan al máximo en los niveles, locales, regionales y provinciales.

En este aspecto, Salim reconoció que a través de las redes se generó una especie de campaña sucia contra el vecinalismo aunque desestimó su influencia y la de los medios: “Probablemente eso tuvo una incidencia mínima en el resultado, pero esas cosas existieron”.

Días antes de la elección, otro cimbronazo que sacudió a la gestión local fue un conflicto con el sector de enfermería del Hospital municipal, que si bien estaría resuelto, podría ser en el ámbito de la secretaría de Salud que Sánchez haga algunos ajustes.