Frente a un estadio único de La Plata repleto de militancia que cantó “Cristina presidenta”, la vicepresidenta volvió este jueves a los grandes escenarios y protagonizó un acto casi a modo de previa de la campaña presidencial del año próximo. Durante más de 50 minutos, CFK ensayó un discurso con un fuerte llamado a “un nuevo pacto democrático” y a un “acuerdo amplio”, en el que implícitamente convocó a otros espacios políticos por fuera del peronismo. “El de hoy tiene que ser el día de los argentinos”, dijo en referencia a la celebración del día de la militancia, que se celebró este jueves en memoria del regreso de Juan Domingo Perón al país luego de 18 años de proscripción y exilio, un 17 de noviembre de 1972.

Cristina apeló a los 12 años de gobierno entre sus dos mandatos y el primero de Néstor Kirchner para relanzar al espacio mayoritario del Frente de Todos, el que representa, de cara a 2023. “La gente tiene que decidir si quiere volver a tener esa argentina que alguna vez tuvimos”, fue la frase que resumió ese espíritu proselitista que transpiraba la militancia y la dirigencia kirchnerista desde las primeras filas y las tribunas del estadio.

La vice se refirió al intento de magnicidio que sufrió hace más de 60 días, repasó los logros de su gestión hasta 2015, describió al mundo post pandémico como “muy complejo” para los gobiernos venideros, fustigó la herencia macrista de la deuda externa y, como novedad, le dedicó varios minutos al problema de la seguridad.

"En homenaje a todos los desencuentros que hemos tenido los argentinos. En homenaje a los que dejaron su vida por un proyecto político, convirtamos en el día del militante por la argentina”, dijo. 

“La gente tiene que decidir si quiere volver a tener esa Argentina que alguna vez tuvimos”

LA LIBERTAD

“No se imaginan las ganas que tenía de volver a verlos”, dijo Cristina de entrada, en su primera alusión a los meses en que el atentado que sufrió contra su vida la obligó a reservarse de los grandes actos públicos. Enseguida invitó a “reflexionar” e introdujo un discurso plagado de referencias históricas.

La primera fue a la fecha en cuestión: el día de la militancia se celebra cada 27 de Noviembre en recuerdo del regreso de Perón a la Argentina en 1972. “Una sociedad que no entiende lo que pasó, no entiende lo que pasa y mucho menos el porvenir”, argumentó y llamó a rendir “tributo” a “ese peronismo al que muchos le quieren explicar ahora lo que es la libertad y la democracia”. “Que nadie venga a explicar la libertad de poder elegir, opinar, hablar”, en referencia a las proscripciones y golpes de Estado que sufrió el peronismo.

“Después no vengan con los 70 años de peronismo...” dijo en referencia al discurso opositor que ubica en el triunfo de Perón en 1945 como el supuesto inicio de los males del país.  “Si suman y restan así… eso explica los préstamos que han tomado”, ironizó.

EL ATENTADO

“A nadie se le deseaba la muerte políticamente”, introdujo en el tramo en que repasó el intento de magnicidio que sufrió en las inmediaciones de su departamento de Recoleta. “Aquél primero de septiembre se quebró por primera vez aquel pacto democrático que estaba vigente desde hace décadas, el de respetar la vida, nada más y nada menos”.

Luego hizo un paralelo con el alegato durante el juicio a las juntas que fue llevado a la ficción en la película 1985 y reflexionó que las palabras de Julio César Strassera significaron “el fin de la muerte como instrumento político”.

“Es obligación de todas las fuerzas políticas volver a reconstruir ese pacto democrático separando a los violentos, a los del discurso del odio. Ningún partido político puede volver a aceptar esto. Sería retroceder a etapas pre democráticas”, dijo.

Sobre el final del tramo dejó una ironía contra Gerardo Millman, ex jefe dmano derecha de Patricia Bullrich en el Ministerio de Seguridad hasta 2019. “Pusieron a una Miss argentina en el área de inteligencia, se nota muchachos”, dijo en en referencia a Carolina Gómez Mónaco, reina de belleza en 2012 y que ocupó un rol clave dentro del Servicio de Inteligencia de la mano de Millman, a quien CFK señala como posible instigador político del intento de magnicidio.

SEGURIDAD: LA NOVEDAD

Fue uno de los tramos más novedosos del discurso. Pocas veces la vice se había referido explícita y largamente al tema durante su carrera política de la forma en que lo hizo este jueves. Dijo que como parte de “ese acuerdo democrático”, se debería “incorporar el debate de la seguridad, un tema complejo”. Enseguida apuntó contra el discurso de mano dura, al que calificó como “berreta, cínico y mentiroso”, pese a que Sergio Berni sigue siendo, con ese mismo tono, ministro de Seguridad de la Provincia de Buenos Aires.  

“Con la desigualdad sola no resolvemos la seguridad”, introdujo a modo casi autocrítico, aunque aclaró que “con el gatillo fácil y el palo tampoco”. “Es a través del trabajo, que es el orden del que hablamos los peronistas”, siguió.

También dejó una crítica, sin nombrarlo, al jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta: “Algunos creen que tienen el tema controlado porque ponen mucha pauta publicitaria”. Fue durante el tramo en que se refirió al asesinato de Lucas González a manos de una brigada de la Policía de la Ciudad, del que se se cumplía exactamente un año.

EL PERONISMO SIN CRISTINA, ARGENTINA SIN PERONISMO

“El viejo proyecto de siempre, la desaparición del peronismo”, dijo parafraseando precisamente uno de los tramos de un proyecto de ley de Millman, en el que mencionaba un posible “autoatentado” de CFK y que finaliza con la frase “hay peronismo sin Cristina y hay argentina sin peronismo”. “Siempre hay reencarnación y lo que parecía muerto no lo es, deberían preguntarse por qué”, dijo la vice.  

También dijo que “sin Cristina, probablemente habrá peronismo, pero fragmentado y sin proyecto”. “El peronismo es movilidad social”, agregó. “Si la tocan a Cristina, que quilombo se va a armar”, respondió la gente en ese tramo.

PRIVATIZACIONES

Cristina retomó además una de las propuestas de Mauricio Macri en su libro Para qué, la de privatizar Aerolíneas Argentinas. “Ya pasó en los 90, muy novedoso”, ironizó.

“Cuando Néstor llegó a la presidencia había chatarra y pagábamos los sueldos y el combustible a pesar de que era una empresa extranjera”.

“Esta es la verdad. El déficit era de mil quinientos millones de dólares, ahora es de 300. Pero hay que sumar el valor agregado que generan las rentabilidades de los hoteles, restaurantes y el turismo. Vuelvo a decirles: muchachos, hagan las cuentas”.

También se refirió a la propuesta de un sector de la oposición de volver al sistema privado de jubilaciones. “Dios mío. Si no lo hubiésemos recuperado hoy tendríamos millones de argentinos mayores de 60 años a la intemperie”.

LOS GOBIERNOS KIRCHNERISTAS Y EL 2023

“A partir de 2015 empezó un tobogán que parece no tener fin”, dijo CFK e inauguró un tramo en el que, tal como lo viene haciendo durante sus últimas apariciones públicas, reivindicó su segundo mandato y los años kirchneristas a modo de ejemplo de lo que debería ser el país a partir del año próximo, en claro tono electoral.

Luego de repasar el aumento de la clase media y de la participación del salario en el producto bruto, entre otros logros de sus gobiernos, cristina marcó que tras el triunfo de Macri hubo un “punto de quiebre” con “la vuelta de la deuda externa” que, dijo, “agravó la restricción externa”.

“Dicen que mi segundo gobierno fue malo. Fue malo para los angurrientos. Pero a los trabajadores les permitía llegar a fin de mes, ahorrar, irse de vacaciones”, enumeró.

“Podemos volver a un Estado fuerte que tercie en la distribución de la riqueza”, dijo, a tono con el slogan del acto: “Recuperar la esperanza”.