Era el 10 de diciembre de 2015, el entonces presidente electo Mauricio Macri se dirigía a su asunción en el Congreso Nacional y junto a él, en el auto, viajaban su esposa, Juliana Awada; su hija, Antonia; y su entonces secretario, Darío Nieto. Durante ese día, el joven funcionario no se despegó del mandatario y lo acompañó en todo su recorrido; un fiel reflejo de lo que sucedería los cuatro años siguientes.

Nieto mantuvo un perfil bajo y nunca mantuvo contacto con la prensa, pero era quien coordinaba la agenda presidencial, los traslados del Presidente y estaba encargado del protocolo en cada uno de los actos y apariciones públicas de Macri.

El joven funcionario, tenía 31 en 2015, era una de las primeras personas en reunirse con el ex presidente a quien le presentaba un resumen de la información y temas centrales del día, y hasta las camisas que el entonces jefe de Estado usaría en el día.

Darío Nieto se moldeó en la Juventud del PRO, incluso fue quien llevó adelante la difícil tarea de crear la agrupación estudiantil del partido en la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad Nacional de Buenos Aires. Allí se licenció en Ciencias Políticas y comenzó su carrera política.

Primero comenzó como asesor ad-honorem del legislador porteño Jorge Sanmartino, hombre de Ricardo López Murphy. Luego, trabajó como Secretario parlamentario con quien fuera el jefe de bloque del oficialismo en la Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires, Francisco Quintana, hombre del riñón de Marcos Peña.

Poco después, fue el propio Peña quien le pidió a Quintana su colaborador y lo sumó a su equipo de campaña. En 2013, Nieto estuvo a cargo de la coordinación de comunicación de campaña del pampeano Carlos Mac Allister, quien posteriormente fue electo como diputado nacional.

De esta manera, el joven licenciado se perfilaba dentro de las entrañas del PRO como uno de los hombres de confianza de Marcos Peña, y luego de Mauricio Macri. Darío Nieto tuvo un rol activo en la campaña presidencial, y luego de las elecciones primarias en 2015 publicó en sus redes sociales: "No quiero que nos gobierne Scioli, ni Zanini, ni Aníbal Fernández ni La Cámpora".

Sin embargo, Nieto siempre mantuvo un perfil bajo. Su imagen pudo verse en algunas ocasiones, acompañando a Macri en sus recorridas, pero nunca emitió alguna declaración a la prensa. Por ella misma razón, en la Casa Rosada lo llamaban “la sombra del Presidente”.

Sin embargo, hoy su nombre aparece en los titulares de todos los medios de comunicación del país, luego de que el juez federal Federico Villena, ordenara un allanamiento en su domicilio, en el marco de la causa que investiga una presunta red de espionaje ilegal.

El juez federal sospecha que Nieto era el nexo entre los agentes que llevaban a cabo las tareas ilegales de inteligencia y el propio expresidente, dado que dichos agentes se reunían en la Casa Rosada con Silvia Martinengo, exdirectora de Documentación de Presidencia, y el ex secretario de Macri era su jefe.

Villena investiga si Nieto, entonces, era quien le transmitía la información que recibía Martinengo al exmandatario presidencial.