“Cuarenta mil personas es un número bajo”, fue la “conclusión” a la que llegó Patricia Bullrich tras reflexionar sobre el paro general y movilización de ayer a la plaza del Congreso, impulsada por la CGT, acto que definió como “muy flojo”. La ministra de Seguridad ninguneó la huelga convocada por la central obrera al mismo tiempo que envió sus chicanas hacia el dirigente Pablo Moyano.

En referencia a la medida de fuerza y su impacto, Bullrich definió que sólo el “0,19 por ciento de los trabajadores” se adhirieron a la medida de fuerza, y remarcó que hubo una importante porción de la población que sí asistió a trabajar.

“El país entero trabajó, pero claro que hay ciertos núcleos que están atados”, dijo la funcionaria anoche en declaraciones a TN, en pleno cierre de un miércoles signado por la multitudinaria movilización sindical. 

Asimismo, también se refirió una vez más a las presuntas presiones de parte de sectores gremiales y de organizaciones sociales para que sus militantes vayan a las marcha. Bullrich dijo que se registraron “muchísimas denuncias de apriete”. En concreto: “Más de 3 mil denuncias para judicializar, tenemos las listas de gremios y gente que fue extorsionada para ir al paro o para no entrar a las fábricas”, agregó.

Por otro lado, Bullrich también se refirió al discurso de Pablo Moyano durante el acto central de ayer, donde pronunció un encendido mensaje hacia el conjunto de legisladores que están ahora en pleno debate por la Ley Ómnibus, así como también apuntó contra el ministro de Economía, Luis Caputo, al decir que lo “arrojarían al Riachuelo”.

“Tenemos que seguir con lo nuestro, no tenemos que distraernos con discutir frases, ya sabemos cuál es el objetivo. Pablo Moyano se tiró contra todos los diputados. La frase no la tomo como que Pablo Moyano va a tirar al Riachuelo a Caputo, es una expresión mal planteada, agresiva, pero después pidió disculpas”, destacó la ministra de Seguridad.

“No nos quedemos con su frase, si no nos distraemos del objetivo principal que es que la ley salga y ahí es donde Pablo Moyano va a tener que agarrarse la cabeza, porque él siente que hay algo afectado contra él. No sé qué puede sentir que está afectado”, agregó.