Tras la liberación de Juan Grabois, la ministra de Seguridad Patricia Bullrich apuntó contra el dirigente social y sostuvo que hubo “flagrancia y acción violenta” en la toma del Instituto Juan Domingo Perón.

Además, aseguró que el líder social “podrá estar libre, pero la causa sigue”. 

La frase sonó a una clara amenaza, especialmente después de que el jefe de la Policía Federal confirmara que la detención de Grabois se había llevado a cabo tras una orden de la ministra y el presidente Javier Milei.

En otras palabras, el dirigente de Argentina Humana fue detenido por una orden del Poder Ejecutivo y no por una decisión judicial. 

“Consideramos que había acción en flagrancia por una usurpación, además de policías en riesgo, y que había que actuar”, afirmó.

"Frente a la flagrancia y acción violenta en el edificio se tomó la decisión (de detener a Grabois), que hablé con el jefe de la Policía Federal (Luis Rolle), mientras hacíamos la consulta a la Justicia”, justificó. 

Ademas, Bullrich advirtió que Grabois deberá pagar por los “destrozos” en el Instituto Perón y defendió la detención.

La funcionaria de Javier Mileo aseguró que el dirigente social “rompió un vidrio blindex y paso por ahí, no por la puerta fajada, hubo daños que tendrán que pagar”.

"No se puede dejar que un señor como él tome un bien del Estado, violentamente, en banda. Tampoco se puede permitir que hayan privado de su libertad a policías”, exclamó. 

Acto seguido, Bullrich admitió que intentará influir en la causa judicial para impulsar una carátula con delitos graves. 

"Vamos a pelear la carátula, que será la que la Justicia determine, pero nosotros vamos a hacer descripción clara de los hechos. Hubo usurpación de un bien del Estado, roturas, retención de policías, delitos que merecen un tratamiento concreto y fuerte. Estamos cansados de tener policías que son agredidos”, sentenció.