¿Por qué sube el desempleo en el modelo macrista?
Por Hernán P. Herrera
"Las razones de la oposición de los 'líderes industriales' al pleno empleo obtenido mediante el gasto gubernamental pueden subdividirse en tres categorías a) la resistencia a la interferencia gubernamental en el problema del empleo como tal; b) la resistencia a la dirección del gasto gubernamental (inversión pública y subvención al consumo), y c) la resistencia a los cambios sociales y políticos resultantes del mantenimiento del pleno empleo"
En Aspectos Políticos del Pleno Empleo, (1943), de Michal Kalecki.
El desempleo en esta Argentina sube por distintas razones, pero que se pueden resumir en las consecuencias de un proyecto extranjerizante, de altas ganancias en pequeños grupos concentrados en la cima de pocos sectores. Sectores que generan poco o ningún derrame. El viejo adagio neoliberal del derrame no se cumple en el sentido esperado mientras se liberan mercados, tal el proyecto de Cambiemos.
En el último dato publicado por el Indec, el desempleo llegó a 9,2% en el primer trimestre de 2017. Si bien no se puede comparar con el trimestre anterior, en términos de una mirada de tendencia, sí se puede decir que la foto presenta una situación de zozobra para la sociedad argentina.
¿Cómo funciona el modelo Cambiemos, que ya tiene un año y medio de vigencia?
La devaluación de fines de 2015 (¿inesperada de verdad para el gobierno luego de quitar el cepo?) generó un shock en los precios subiendo a su vez los costos de las empresas, y aumentando, de nuevo, los precios de manera geométrica. Si bien a lo largo del año los salarios registrados fueron recuperando poder adquisitivo, después de su peor momento en junio de 2016 (más de 10% abajo que en diciembre de 2015), y perdiendo sólo 4 puntos para diciembre, el promedio del año resultó 5,9% mensual abajo que en diciembre de 2015.
La proporción de salarios privados registrados en el conjunto de la economía está en cerca del 22% del PBI, el total de los asalariados (sumando los no registrados y el sector público) podría estar en el orden del doble, la caída promedio real de estos salarios registrados privados equivale a alrededor de 1,2% del PBI. Son números rápidos para tener una referencia. Supongamos una caída del 2,4% del PBI en lo que hace a ingresos totales de los sectores no empresarios.
Cabe agregar al análisis, más datos que ayudan a entender la performance de la demanda agregada el PBI en 2016 (respecto de 2015) cayó 2,3%, lo que resulta de una caída del consumo privado de 1,38% y de una caída en la inversión interna bruta total de 5,5%.
El sector de la industria manufacturera cayó, según las cuentas del PBI del Indec, 5,6%. Siendo en la Argentina el sector más dinámico del empleo, junto a la construcción que cayó 11,2% en 2016. Ambos son sectores que generan un importante derrame por su utilización de bienes difundidos. Lo curioso de la lógica de Cambiemos es que quiere que el campo sea tracción de la economía pero abre sin ningún plan la importación hasta de tractores, de este modo el poco derrame de su modelo se va por la canaleta de la importación de trabajo extranjero.
Este combo de caídas vinculadas a un modelo de acumulación establecido para mejorar las ganancias financieras, las ganancias de las empresas de servicios (tarifazo mediante), y de los sectores exportadores sin valor agregado, genera que la actividad sea menor, y que haya menos empleo en su conjunto. Este problema se potencia por el crecimiento natural de la población (estimado en 1% anual) y por un salario que en los sectores más postergados tuvo un impacto negativo mucho mayor (ya que la inflación pega más fuerte en los deciles más pobres).
Entonces, el desempleo creciente se explica por la expulsión de mano de obra de sectores productivos, que todavía no es tanta, y puede ser bastante más, sumada la necesidad de búsqueda de empleo de personas que sienten que ellas o sus familias no llegan a cubrir sus gastos, y por otro lado de nuevos jóvenes que salen al mercado.