El presidente Alberto Fernández confirmó que el Gobierno prepara "una ley que termine con la penalización del aborto y que permita la atención de cualquier aborto en los centros de salud pública", al responder las preguntas de los alumnos del Instituto de Estudios Políticos de París, donde brindó esta tarde una conferencia magistral.

Al ser consultado, el presidente hizo hincapié en los riesgos de la clandestinidad. "El problema es más agudo de acuerdo a la clase social de quién practica el aborto. Si es de clase alta, lo hará en un centro de salud adecuado, en condiciones adecuadas y el certificado médico dirá que tuvo una aborto espontáneo y su salud estará garantizada”, expresó.

“Una mujer sin recursos toda su vida corre peligro. Y si zafa su vida, corre el riesgo de sufrir lesiones internas. Es parte de la discusión hipócrita que se tuvo con el divorcio, durante años discutimos si se podía volver a casar”, sostuvo Fernández. “Yo siento que con el aborto pasa algo parecido. Hay quien siente que legalizar el aborto lo vuelve obligatorio. No es obligatorio para nadie. Es un tema que debemos resolver desde el mundo de la salud pública. No podemos poner en riesgo la salud de la mujer que decide abortar”, agregó.

“No vivo en paz con mi conciencia sabiendo que una mujer tiene que realizarse un aborto, no tiene la posibilidad económica y termina en manos de un curandero que con una aguja la termina lastimando o matando”, concluyó el presidente.

En su disertación, Fernández se refirió también a la negociación de la deuda, el plan económico de su gobierno, la situación de América Latina y lanzó duras críticas a la gestión de Mauricio Macri.  Allí también confirmó que el 12 de febrero, el ministro de Haciend Martín Guzmán asistirá al Congreso para "explicar todo lo necesario para que todos entiendan de qué se trata la necesidad de hacer sostenible la deuda, que quiere decir darle tiempo a la Argentina para que vuelva a crecer y poder pagar".

Respecto a la gestión anterior, Fernández aseguró que Macri recibió “un país con tres problemas que los profundizó y nos trajo más. Pero nos vamos a volver a levantar. No me pregunten cómo lo hacemos porque la verdad no lo entiendo. Pero lo hacemos”.

El presidente argentino también puso el foco en la situación de Chile y destacó que “el problema de América Latina es la desigualdad, la brecha que separa a los ricos de los pobres, la concentración del ingreso en pocos y la distribución de la pobreza en millones. Ahí es donde debemos reparar un instante. Porque no parece ser justo vivir en semejante tierra y tener que padecer tanta pobreza y desigualdad”.