Al cumplirse 40 años de la visita histórica de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos en plena dictadura cívico militar, el presidente Mauricio Macri recibió en Olivos a una comitiva de esta organismo, que en 1979 puso la lupa sobre el terrorismo de Estado perpetrado por la última dictadura militar.

Tras descubrir una placa conmemorativa a la fecha con la titular del organismo Esmeralda Arosemana de Troitiño, Macri celebró el encuentro y el aporte la CIDH en el país. "En nombre de todos los argentinos quiero agradecerle a este organismo por acompañarlos y a los referentes de los derechos humanos que tanto contribuyeron al retorno de la democracia en nuestro país", sostuvo.

Vale aclarar que presentaciones ante la CIDH sobre las violaciones a los derechos humanos que se cometían en Argentina se remontaban a 1975, pero tras el golpe de Estado del 24 de marzo de 1976, las denuncias se multiplicaron, sobre todo las referidas a casos de desapariciones.

"Quiero reconocer el enorme aporte que hizo la CIDH para volver a la democracia. Esa visita y el informe fueron emblemáticos para nuestra historia porque echaron luz sobre años muy oscuros en nuestro país y marcaron un hito en la recuperación del Estado de derecho en la Argentina", consideró Macri.

"El informe ayudó a abrir los ojos al mundo y mostrar lo que verdaderamente pasaba en la Argentina, y hacia adentro sirvió para romper el silencio que había en gran parte de la sociedad, como siempre, producto del miedo", aseguró Macri. En ese sentido, afirmó que "desde el retorno de la democracia ganamos una batalla más allá del signo político de los gobiernos que se sucedieron. Los postulados de memoria, verdad y justicia siguen perdurando como políticas de Estado".

“Los argentinos queremos vivir en paz respetando al que piensa distinto y la diversidad que nos caracteriza. Pero la memoria es fundamental para no repetir la historia, y la mejor manera de hacerlo son los valores republicanos de diálogo, paz y respeto”, sostuvo el presidente ante la CIDH.