Gracias a “circunstancias objetivas que aconsejaron efectuar modificaciones en el orden definitivo”, en las últimas horas el juez Emilio Rosatti, hijo del titular de la Corte Suprema de Justicia Horacio Rosatti, fue adelantado al “primer lugar de mérito” del concurso para convertirse en juez federal en el Tribunal Oral en lo Criminal de Santa Fe. La decisión fue adoptada por el Consejo de la Magistratura, que preside su padre, luego de una serie de entrevistas en las que el aspirante ocultó su historial de sanciones por conducir alcoholizado.

En el marco del concurso público N° 473 para designar al nuevo miembro del tribunal santafesino, los letrados Hugo Galderisi y Miguel Piedecasas, integrantes de la subcomisión C de la Comisión de Selección de Magistrados, dictaminaron el ascenso del tercer al primer puesto para Rosatti hijo, quien está recorriendo el camino para ser juez federal por segunda vez en su carrera tras haber dado positivo en una prueba de alcoholemia en 2022, en un hecho que le provocó también la suspensión temporal de la licencia.

En efecto, el juez fue demorado por conducir en la Ruta Provincial N°1 con 2,24 grados de alcohol en sangre, y se trató además de su segundo test positivo al volante en menos de un año. Por ello, la Asociación Compromiso Vial de Rosario elevó una objeción formal para evitar su avance en el concurso; pedido al que las autoridades hicieron lugar. Sin embargo, varios meses después, ya con su padre en el rol simultáneo de presidente de la Corte Suprema y máxima autoridad del Consejo de la Magistratura, Emilio Rosatti va de nuevo por su objetivo.

Con todo, la suerte parece ahora haberse puesto de su lado: tras su traspié en el concurso previo, la más reciente instancia de clasificación de los aspirantes lo dejó en el primer puesto del orden de mérito, por encima de todos sus colegas. Fue una etapa de entrevistas personales en las que se valoró “la motivación para el cargo” de los magistrados, su conocimiento en materia de legislación y sus opiniones sobre asuntos y problemáticas actuales que afronta el Poder Judicial, así como las respuestas a la “presión social” al momento de dictar fallos.

Tras el análisis, Galderisi y Piedecasas informaron que, si bien “todos los y las candidatos cuentan con idoneidad y motivación suficientes para desempeñarse eventualmente en la vacante que se pretende ocupar”, se registraron “circunstancias objetivas que aconsejan efectuar modificaciones en el orden de mérito definitivo”. Los cambios beneficiaron a Mariela Fabiola Cardozo, quien fue adelantada del puesto 11 al 10, y a Emilio Rosatti, quien pasó del tercero al primero sin escalas.

Así lo reconocieron los examinadores: “Es dable poner de resalto la entrevista brindada por el postulante Emilio Rosatti, quien demostró un cabal conocimiento de la jurisdicción en concurso, fundado en su trayectoria profesional desempeñada en el tribunal concursado”. No se refirieron a su baja forzada en 2022: de hecho, al ser entrevistado, el aspirante omitió revelar su historial al volante y, en cambio, afirmó que nunca había sufrido sanciones de ningún tipo.